Estas declaraciones se han producido después de que las potencias que aún forman parte de este foro hayan evidenciado sus discrepancias ante un posible regreso.
Rusia fue expulsada del G7, entonces G8, en 2014, a raíz de su responsabilidad en la Guerra de Ucrania. El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está abierto a estudiar su reincorporación, aunque su plan no ha recibido respaldo del resto de socios.
"No le pedimos nada a nadie. No hemos hecho ninguna petición y no lo vamos a hacer", ha subrayado Sergei Lavrov, quien considera que el principal foro de discusión internacional es ahora el G20, donde también están los países del G7, según la agencia Sputnik.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, también se ha expresado en esta misma línea, apuntando que "la vuelta al G7 no es un objetivo en sí mismo" para Rusia. No obstante, también ha asumido que a día de hoy dicha vuelta sería "imposible", ya que necesitaría el consenso de los siete países, informa la agencia Reuters.