El 17 de octubre de 1995 comenzaba el calvario para Angelo Massaro después de llamar a su mujer y decirle textualmente “prepara al niño que en 10 minutos paso a recogerlo, en cuanto me deshaga de este muerto”, haciendo referencia con ‘muerto’, a una pala mecánica que transportaba en su vehículo. Esa conversación y utilizar dicha expresión, es lo que ha provocado que Massaro pase 21 años de su vida ingresado en prisión acusado de asesinato. La utilización de la palabra ‘muerto’, ha sido la única prueba presentada para culpabilizar a Massaro.
La historia comienza cuando Lorenzo Fersurella, amigo suyo, desaparece una semana antes, la policía intercepta dicha llamada con su mujer y piensa lo que no es. Caso que hasta el día de hoy no ha podido ser resuelto todavía.
Segundo error
Lamentablemente, no fue en 1995 cuando lo detuvieron por primera vez y además, también por error. En 1991, cumplió un año de condena, también acusado por homicidio, de un crimen que tampoco cometió. En este caso fue por presuntamente matar a Antonio Fernando Panico, hecho que pudo demostrarse que no cometió de una forma más temprana que el último del que fue acusado.
En ese momento le pagaron 10 millones de liras como compensación por el error. Ahora, después de 21 años, asegura no saber cuánto dinero le darán esta vez, pero que nada será lo mismo y “los años de libertad que me han robado no me los pueden pagar ni con todo el oro del mundo”.
Después de que la policia italiana acusara lo acusara por error, el pasado 22 de febrero, Angelo Massaro fue puesto en libertad y aseguraba a los medios de comunicación presentes en la salida de prisión, que “sí, al principio parecía una broma, pero le aseguro que estar 21 años en la cárcel no ha sido ninguna broma”. El Tribunal de Apelación de Catanzaro, fue el responsable de exculparle de cualquier acusación, asegurando en el acta del juicio que el proceso judicial del que había formado parte el acusado no había tenido ningún sentido.
Entró en prisión con 30 años, un niño recién nacido que ahora tiene 21 años y otro de 23, ante la pérdida de la infancia de ambos niños, Massaro contestaba asegurando que se ha sentido “secuestrado por el Estado italiano, y totalmente indefenso”.