Esta firma coincide con el aniversario del Tratado del Elíseo, que sirvió en 1963 para acercar a ambos países tras la lucha librada durante la Segunda Guerra Mundial.
El Tratado de Aquisgrán, como se ha bautizado a este nuevo acuerdo, tiene como objetivo ahondar en la "reconciliación histórica" cimentada hace 56 años para "preparar a los dos países para los desafíos a los que se enfrentan en el siglo XXI", dice la nota del Elíseo.
Entre los aspectos en los que ambos países quieren estrechar lazos figuran cuestiones de índole económica, política exterior, seguridad, educación, cultura, investigación y medio ambiente. "Los dos países pretenden profundizar su compromiso común en favor de la seguridad y la properidad de sus ciudadanos, en el marco de una Europa más soberana, unida y democrática", dice el escrito.
Francia y Alemania celebran reuniones frecuentes y en los últimos años se han presentado como los motores de la nueva Europa, aunque con discrepancias. El llamamiento a la integración de la eurozona por parte de Macron se ha encontrado con la frialdad de Merkel, quien no se presentará a la reelección como canciller en 2021.