En una rueda de prensa convocada en el Palacio de Miraflores, Maduro ha acusado al asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, de preparar junto a Colombia "un nuevo plan" para matarle. "Ha sido designado como jefe del complot contra Venezuela para buscar una intervención extranjera e imponer un gobierno transitorio", ha afirmado.
Maduro ha detallado que Bolton "dirige un plan terrorista contra Venezuela con el entrenamiento de mercenarios en la base aérea de Eglin (Estados Unidos), en el municipio de Tona (Colombia) y en el fuerte militar Tolemaida (Colombia).
Según su relato, el objetivo de Washington y Bogotá es "simular un ataque de fuerzas venezolanas" lanzando ataques contra "unidades militares en la frontera" para "provocar una escalada de violencia" que derive en la caída de su Gobierno.
La Casa Blanca, de acuerdo con el líder "chavista", habría aumentado en 120 millones de dólares "el dinero dedicado al soborno y al quiebre de oficiales para que lo utilicen en un disturbio militar" con este objetivo, según la cadena local Noticias 24.
Pese a ello, Maduro ha asegurado que está dispuesto a "conversar de paz con Donald Trump" para "pasar página del conflicto y del enfrentamiento" entre ambos países y "poder tener relaciones normales, de respeto". Puede ser "este año (…) o el próximo. Siempre vamos a buscar dialogar", ha insistido.
Maduro ha valorado que, según sus propias fuentes, Brasil no tiene intención de participar en una eventual intervención militar contra Venezuela.
"Un alto oficial brasilero me dijo que no se van a prestar para los planes del imperio estadounidense contra la paz en Latinoamérica", ha revelado.
Maduro sin embargo, ha criticado los pronunciamientos que han hecho en estos meses los futuros miembros del Gobierno de Jair Bolsonaro contra el Gobierno venezolano.
"Es necesario una carta dirigida a (el Secretario General de Naciones Unidas) Antonio Guterres para denunciar (las) amenazas de Bolsonaro, (Iván) Duque y Bolton contra Venezuela", ha comentado.
De todas formas, no es la primera vez que Maduro denuncia la existencia de planes para acabar con su vida. De hecho, sostiene que el pasado 4 de agosto, en Caracas, fue víctima de un atentado fruto de una conspiración internacional y ha pedido a la ONU que lo investigue.
Dos drones explotaron en un acto militar que presidía desde una tribuna. El Gobierno no ha dudado en calificarlo de "intento de magnicidio", mientras que la Oposición cree que es un montaje que le ha servido de excusa para aumentar la represión.