Donald Trump ha eliminado la posibilidad que las empresas estadounidenses tenían hasta ahora para conseguir visados H-1B para trabajadores extranjeros altamente cualificados. En el sistema actual, las compañías podían realizar un pago extra para acelerar el proceso. Era conocido como un proceso “premium”.
Este proceso premium consistía en pagar 1225 dólares extra para que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) asegurara una respuesta en un plazo inferior a los 15 días o se reembolsara el dinero. De forma normal, el proceso puede durar entre tres y seis meses.
La suspensión que ha realizado Donald Trump será efectiva a partir del próximo 3 de abril y podría extenderse alrededor de seis meses, según en USCIS. Esta prohibición no tendrá efecto retroactivo, por lo que no afectará a los poseedores de visas actualmente, según afirmaron fuentes cercanas al plan. Los sectores más afectados con esta nueva medida serán los de tecnología, ingeniería, periodismo, medicina y educación, que compiten cada año por las 85 visas que ofrece el programa mediante sorteo.
Esta medida resulta altamente importante para el desarrollo tecnológico y el liderazgo estadounidense, como decía el doctor Michio Kaku al afirmar que EEUU tenía un “arma secreta” a pesar de su mal sistema educativo: