Las autoridades malasias acusarán formalmente de asesinato a las dos mujeres detenidas tras la muerte de King Jong-nam, el pasado 13 de febrero. Según las fuentes policiales del país asiático, ambas son responsables de rociar la cara del hermanastro de Kin Jong-un con un peligroso agente tóxico. Si finalmente el proceso judicial las confirma como asesinas, ambas serán condenadas a la pena de muerte.
Las acusadas Siti Aisyah (25 años) y Doan Thi Huong (28 años), se acercaron a Kim Jong-nam mientras este esperaba en el aeropuerto para embarcar destino a Macao. Tras rociarle la cara, el hermanastro del dictador norcoreano, murió a los 15 minutos.
Siti Aisyah asegura que ella creía que se trataba de una broma para un concurso de televisión y que por ello le pagaron 85 euros. Sin embargo, la policía de Malasia afirma que ambas mujeres sabían lo que estaban haciendo y que incluso habían ensayado el ataque con anterioridad. Además de a ellas dos, la policía malasia está buscando a otros siete sospechosos de origen norcoreano. Aunque se cree que todos ellos huyeron a Pyongyang el mismo día del asesinato.
Por si el crimen no pareciera rocambolesco, las autoridades de Corea del Sur señalaron a dos ministros de Corea del Norte como los responsables del asesinato, por lo que indirectamente han acusado a Kim Jong-un como cabecilla del crimen. Además, las autoridades del país gobernado por el dictador norcoreano aún reconocido la muerte de Kim Jon-naM.