Hace 10 años, el 26 de noviembre de 2007, se reúne en la ONU la Asamblea General, para “promover la aplicación de los objetivos de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social de 1995”. Ese día se “proclamó” que el 20 de febrero se convertía en el Día Mundial de la Justicia Social.
Hoy, una década después, el documento redactado sostiene el apoyo a “los esfuerzos internacionales”, para acabar con la pobreza, en un momento en el que España, “ocupa la segunda posición de la lista de países europeos con mayor tasa de niños que viven en hogares bajo el umbral de la pobreza, con un 29,6% (más de 2.460 millones de menores), solo por detrás de Rumanía y lejos de la media europea, del 21,1%”, según Save the Children.
Pobreza que se produce entre los colectivos en desempleo y los trabajadores en precario. España “es el segundo país europeo con más contratos temporales, a tiempo parcial o a través de agencias de trabajo temporal”, lo dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su estudio “El empleo atípico en el mundo: retos y perspectivas”.
Pobres
El texto explica que en España se pueden encontrar todas las formas de empleo atípicas: temporal, a tiempo parcial, temporal a través de agencia, subcontratación, trabajo por cuenta propia dependiente y otras relaciones ambiguas, según la economista de la OIT, Janine Berg, que aclara, “el gran problema es que con un contrato temporal es más fácil destruir empleo porque, simplemente, el contrato no se renueva.
Una situación que afecta a los jóvenes. Eurostat ha informado de que “el paro juvenil en España está por encima del 40%, y es más del doble de la media de la zona euro. De los 2,93 millones de desempleados jóvenes que hay en Europa, 620 son españoles, es decir, el 43,2%, la segunda más alta de toda la UE y más del doble que la de la zona euro.
Desiguales
La entelequia de la igualdad es el comodín de relleno de cualquier documento internacional que se precie. Lo hemos leído en el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, en los Objetivos del Milenio, en el Día de la Mujer… La diferencia salarial, los impedimentos para acceder a una educación de ‘igual a igual’, la imposible conciliación familiar y laboral, y hasta la Ley de Paridad, que no la cumplen ni quienes la firmaron.
Dolor más grande lo rubrican las 10 víctimas por violencia en el hogar que suma el territorio nacional en seis semanas de 2017. El año pasado se superaron las 60 (muchas más para las asociaciones que luchan por las víctima), pero, es que, 60 es una barbaridad imposible de acomodar en nuestras vidas.
Por lo tanto, Asamblea General de la ONU: Desiguales, siempre.
Ley=Justicia?
En la lucha, o en el trabajo que se ha de realizar para alcanza “la justicia para todos”, hay que comenzar por aclarar, que se malentiende la Justicia, por asociarlo a un principio moral, discutido desde la gran Grecia en infinidad de ocasiones. El mundo y, por ende, los países se rigen por un conjunto de leyes que se aplican con distintas interpretaciones o no se aplican.
En el ámbito internacional hay más ejemplos que siglos de historia nos asisten. Los desplazados internos y externos, inmigrantes, los perseguidos, lapidadas, los conflictos bélicos… De los que informan a diario Cruz Roja, Médicos Sin Fronteras: “Nigeria: sin más comida y agua potable, 2017 será aún peor”; “Sudán del Sur: los desplazados no pueden acceder a la atención médica de emergencia”; “Congelados por Europa” (“La nieve llegó a Belgrado el 3 de enero. En ese momento había alrededor de 1.600 personas durmiendo al aire libre”).
En España, la actualidad diaria lo dice todo, huelga comentar lo obvio.
Bienestar social
Entonces: ¿qué es el bienestar social? “El conjunto de factores que participan en la calidad de la vida de las personas en una sociedad y que hacen que su existencia posea todos aquellos elementos que dan lugar a la satisfacción humana o social”.
En su mensaje para el Día Mundial de la Justicia Social, de 2010, el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon señaló: “En el Día Mundial de la Justicia Social reconocemos la importancia de la lucha contra la pobreza, la exclusión y el desempleo, con el fin de promover la solidaridad, la armonía y la igualdad de oportunidades en las propias sociedad y entre las mismas. Reflexionamos sobre la importancia de la justicia social en nuestros esfuerzos para forjar un mundo más estable, equitativo y seguro”. Y destacó que, “la justicia social se basa en los valores de equidad, igualdad, respeto de la diversidad, el acceso a la protección social, y la aplicación de los derechos humanos en todas las esferas de la vida, incluso en el lugar de trabajo “.