El Congreso de los Diputados puso este jueves encima de la mesa una herramienta que hace meses está guardada en un cajón peor que es necesaria para abordar uno de los problemas latentes de la política española al margen de la pandemia del coronavirus: el desafío soberanista de Cataluña. La Cámara Baja aprobó que se retome la mesa de diálogo para afrontar el conflicto político en la Generalitat entre el Gobierno de España y el ejecutivo que salga del Parlament tras las elecciones del 14 de febrero.
? El #Pleno aprueba la moción “sobre la intención del Gobierno de resolver el conflicto político con #Cataluña”. pic.twitter.com/c6wE0JkJGh
— Congreso (@Congreso_Es) February 4, 2021
La enmienda de ERC salió adelante con 187 votos (PSOE, Unidas Podemos, el PNV, BNG, Compromís) frente al "no" de 155 votos (PP, Vox, Ciudadanos, PRC, Foro Asturias) y la abstención de JxCAT, la CUP y Bildu.
La pandemia del Covid-19 dejó en punto muerto desde hace ya un año la mesa de diálogo entre los dos gobiernos. El expresidente Quim Torra participó en ella a pesar de los recelos iniciales que le surgían. Este fue un movimiento tacticista dentro del independentismo. ERC quería ensalzarse como líder del secesionismo y registró una moción en el Congreso que contó con el apoyo del PSOE y de Unidas Podemos de cara a un acuerdo que pudiera darse si dieran los números para que Salvador Illa fuera presidente de Cataluña con el apoyo de los republicanos independentistas y los comunes.
El partido de Gabriel Rufián planteó dos puntos para constituir la Mesa: autodeterminación del pueblo catalán y amnistía para los políticos presos del 1 de octubre. El Gobierno reaccionó al instante y recordó que el diálogo que se produzca se hará dentro de la legalidad vigente y con la Constitución como máxima. No se negó la posibilidad de conceder indultos puntuales a los presos, pero rechazó una amnistía general a todo el independentismo.
Sin embargo, todo está en el aire. El desenlace del 14 de febrero marcará el cómo y el cuándo se celebra la Mesa, si es que llega a constituirse de nuevo. La diputada de ERC Montserrat Bassa dejó caer en el debate de la moción que ese instrumento solo valdría si su formación ganara las elecciones. La candidata de los neoconvergentes catalanes, Laura Borràs, calificó este punto de diálogo como "operación de marketing político". El candidato del PSC, Salvador Illa, aseguró lo siguiente el pasado miércoles: "Me parece bien que se reafirme la voluntad de reunir la mesa de diálogo. Solo ha tenido la oportunidad de hacerse una vez".