José Manuel Cantó: “A Doñana se la están cargando de forma intencionada"

Este Doctor en Geología por la Universidad de Granada se ha topado con administraciones corruptas y sindicatos aún peores
Tami Pereira Márquez
España
30.03.2018
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A sus 67 años ha recibido dos amenazas de muerte y han intentado comprar su silencio en tres ocasiones. Y todo por ser un defensor de la justicia innato. Estas y más historias se relatan en su próxima novela, una aventura aparentemente ficticia llena de circunstancias sorprendentes.

Doctor en Geología, ama la Tierra sobre todas las cosas. Pepe Cantó Romera (Murcia, 1950) es un defensor innato de la protección del entorno y del uso de materias primas con moderación pero, ante todo, con raciocinio. Este especializado en minería se declara un apasionado de las rocas desde los quince años, hecho que la inmensa colección que adorna cada rinconcito de su casa lo garantiza. Amante del medio ambiente, vive en una preciosa casa situada en Niebla (Huelva), con ventanales enormes que reflejan una panorámica de cine: pájaros posados en una fuente reciclada, montes llenos de vida y un atardecer insólito que nutre las aguas de un río de fuego.

Entre sus cargos más relevantes destaca el de ex responsable técnico de la Agencia de Medio Ambiente por la Junta de Andalucía. Nunca había sido funcionario, pero prefirió dividir sus ingresos por cinco porque quería ayudar a que se solucionaran los problemas medioambientales en Huelva: “Y me encuentro con que los políticos mienten y se venden”, apunta seguro, mientras bebe una tónica cruzado de piernas y en zapatillas de estar por casa.

Predijo la rotura de la balsa de residuos tóxicos de Aznalcóllar (Parque Nacional de Doñana), lo que fue totalmente ignorado por las administraciones. Ahora, predice la rotura de la balsa de la zona 2 de fosfoyesos, formada por grandes montañas de residuos y vertidos altamente radiactivos en Huelva. Uno de sus últimos informes está firmado además por otros dos expertos en la materia, José Julio Barea Luchena y Miguel de las Doblas Lavigne, siendo este último miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En él se advierten los problemas sísmicos naturales y antrópicos que acechan al Parque Nacional de Doñana. Por una parte, esa zona es objeto de terremotos y maremotos: “Con seguridad absoluta, los tsunamis van a ocurrir sí o sí, otra cosa es que no podamos predecir la exactitud”, afirma. Por otra, la actividad de extracciones e inyecciones de gas natural de carácter antrópico llevadas a cabo por Gas Natural Fenosa, Repsol y Enagas, facilitará la llegada de dichos sismos, y por doble partida. Este geólogo tan solo pide más implicación por parte de las administraciones, a las que, en su totalidad, ve como jugadores que persiguen una cadena de favores de carácter económico atroz. Por consiguiente, no hace mucho hizo una llamada de auxilio en el Parlamento de Bruselas, representando a Amigos de Doñana, en la que pide que se proteja a esta Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, puesto que se encuentra en una situación de falsa protección. Asegura que “Doñana se está asfixiando y no se está haciendo nada para que eso se pare”.

A Pepe, además de coleccionar rocas, de amar viajar por los cinco continentes y de tener un gusto exquisito para la elección de velas e inciensos aromáticos que envuelvan un lugar de charla, es escritor. O al menos le fascina la escritura. “Aún no he dormido hoy, llevo más de quince horas trabajando”, dice a las dos de la tarde. Incluso ha publicado varios artículos para los principales medios del país, como “Consejería contra el Medio Ambiente”. Pero el proyecto que ahora tiene entre manos va más allá, se trata de una novela. En ella destacará varias circunstancias que le ha tocado vivir relacionadas con los intereses económicos respecto al mundo de la política, comentará algunas de sus predicciones y “pondrá a parir a los listos de turno”, todo con el Río Tinto como eje principal y un título que lo acompaña: “Los secretos del río de fuego”.

¿José Manuel o Pepé Cantó? ¿Quién es él? José Manuel está bien, Pepe es mi nombre de guerra. Soy un profesional en el sector de la minería que viene a Huelva como consecuencia de la descolonización del Sáhara -llevo aquí 41 años ya-. El antiguo Instituto Nacional Industrial me propone ser la persona que lidere la puesta en marcha de la mina de Sotiel desde el punto de vista geológico. Mi tesis doctoral está hecha sobre esa mina, es más, soy el padre de esta en los años 70, principios de los 80. He hecho todo el diseño de la mina, la investigación, he descubierto el nuevo yacimiento de Migollas y de esa formé empecé a trabajar en la Unión Europea por esa época.

Porque eres de Murcia, ¿no? Sí, soy de un pueblecito de Murcia que se llama Caravaca de la Cruz. Estudié Ciencias Geológicas en Granada. Estuve en minas del Almadén y conseguí ser jefe del servicio geológico de Fosfatos de Bucraa y allí viví toda la etapa de descolonización y la previa a esta. Más tarde, me piden desde PSOE Andalucía que entre en la Administración con el objetivo de implantar el Plan Corrector de Vertidos, es decir, la solución ambiental a los problemas de Huelva. Así, participé en la elaboración de ese plan, siendo el responsable de su aplicación.

¿Cómo te nace dedicarte a lo que te dedicas? ¿Cuánto tiempo llevas en esto? Desde los quince años quería dedicarme a interpretar el mundo, la Tierra. Quise ser geólogo porque salía al campo, me gustaba saber lo que significaba un fósil determinado, la posición de las rocas…Esa curiosidad hizo que desde mi etapa de bachiller quisiera estudiar Geología. No fue una cuestión de que llegara a la edad y pensara “¿y ahora qué hago?”, no. Soy Premio Extraordinario de fin de carrera de mi promoción. Tenía mi beca para quedarme a hacer mi tesis, pero decidí que no, que no me gustaba la servidumbre que yo percibía en la universidad. Así que lo dejé y me fui a trabajar en minería, exactamente a Minas de Almadén, y me alegro mucho de haberlo hecho porque tras eso hice la tesis doctoral -que no es habitual que la hagas cuando ya no estás en la universidad-. Aprendí que a los universitarios hay que poder pararles en su momento -a los profesores, a los catedráticos-, y te tienen más respeto si eres doctor como ellos. Hay un catedrático, un impresentable te diría yo -pero muy bien visto en estos ambientes-, por la Universidad Complutense de Madrid y director de un laboratorio el cual se inventa estas tonterías de la relación entre el río Tinto y Marte: el mayor embuste para tontos. Se llama Ricardo Amils y no miente más porque no sabe, y en la novela “lo pongo a parir”.

Tanto en tu ciudad natal como en Huelva los problemas medio ambientales son notables. Yo no soy de Huelva, pero la conozco mejor que el 95% de los onubenses. He visitado todos y cada uno de los pueblos y aldeas y conozco la provincia de “p a pa”. Además, la conozco con la perspectiva de verlo desde fuera. El principal mal de Huelva, a escala general, es el carácter del onubense, y es que no se rebela. Y sé de qué pecan los onubenses: Recre, Rocío y Semana Santa. Tristemente, Huelva tiene lo que se merece. Yo no soy ni de Murcia, ni de Huelva, soy ciudadano del mundo, y si me toca ir a Madagascar defenderé las cosas que me toquen defender allá.

Te consideran un ecologista comprometido, ¿lo eres? Yo no soy ecologista, soy ecólogo, como tú. Es más, en Ecologistas en Acción hay algunas personas que no me pueden ni ver y es porque han hecho “chanchullos” con la Agencia de Medio Ambiente para tapar determinadas cosas a cambio de cargos. Y, por otra parte, nos encontramos con el ecologismo utópico que, para mí, está fuera de lugar. Lo que hay que hacer es ponernos todos de acuerdo para que se vaya en la línea de las mejores soluciones, pero no diciendo “o tú haces residuos cero o yo te fusilo”. Todos queremos y debemos defender lo que nos rodea, nadie quiere estar cerca de un sitio mal sano.

Fuiste director técnico de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ¿cómo fue tu experiencia? Entré en la Administración en los noventa, hasta que conseguí que me echaran tres veces. Es más, me han amenazado de muerte en dos ocasiones y me han intentado comprar tres. Opté por ese cargo para ayudar, incluso dividí mis ingresos por cinco y tan solo lo hice porque era consciente de que en Huelva había que solucionar múltiples problemas que afectan a la salud de la gente y al derecho a un medio ambiente natural. Y me encuentro con que los políticos mienten y se venden. Empezando por los del PSOE, siguiendo por lo del PP, continuando por los de Podemos. El problema de los políticos es que están jugando a venderse ellos y a ganar dinero, aunque digan otra cosa, o a cambiar un país en unas situaciones de ruina, como pretende Podemos. En Huelva soportamos muchas cosas: soportamos un medio ambiente que lo han dejado fatal en los últimos cincuenta años -cuando Huelva es una provincia con unas potencialidades tremendamente positivas-. Aquí tenemos la suma de todos los problemas medio ambientales que existen en España. Cuando intentas solucionar este caos, te encuentras con políticos y sindicalistas como Luciano Gómez -representante de UGT-. Estas personas son gentuza en el mayor y más amplio sentido de la palabra, ya que están atentando ante el derecho de los ciudadanos a los que pretenden defender contra sus derechos básicos a la salud, incluso al trabajo también. Hacen falta más movimientos como Mesa de la Ría, la cual es de base ciudadana y sin ningún interés político. Las únicas condenas penales respecto a esto que hay en Huelva son las que yo he promovido, como acusación particular contra Atlantic Cooper y Fertiberia. En definitiva, me ha tocado vivir circunstancias muy concretas en las que les he tenido que decir “oye, ¿de qué estáis hablando, muchachitos?” Y yo, como ex funcionario, estoy seguro de que soy el único de esta Andalucía al que han suspendido hasta tres veces de empleo y sueldo. Por ser la única persona con capacidad para saber de lo que habla, para ponerlos en un brete y no tenerles miedo ninguno.

Predijiste el desastre de Aznalcóllar tres años antes de que sucediera. Cuéntame un poco sobre eso, ¿cómo llegaste a esa conclusión?, ¿cómo respondieron las administraciones ante tu llamamiento? Soy Doctor en Geología y mi tesis está hecha sobre geotécnica. El gran problema fue que la balsa de residuos se hizo sobre un terreno con unas capacidades portantes que fueron superadas por tanto peso. No hubiera pasado si esa misma balsa hubiera estado sobre terreno paleozoico. No hay que ser muy listo para darse cuenta de lo que pasaba. A raíz del Desastre de Aznalcóllar, se creó desde la Junta de Andalucía el proyecto Doñana 2005, siendo yo director del comité científico. Seguí en este cargo hasta que escribí unas cosas que no les gustaron, especialmente a la ministra Tocino, la cual “me quitó de en medio”. Es más, aparecí un día en la Casa Colón con unos documentos los cuales afirmaban la gran barbaridad que estaba acechando Huelva, y es que se le otorgó el Premio de Excelencia Ambiental al director general de Atlantic Cooper, quien acababa de ser condenado dos meses antes en instancia firme por gestión ilegal de residuos.

Doñana, declarada Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ¿está desprotegida?, ¿qué males la acechan? Desgraciadamente, tengo conocimientos de Doñana que me preocupan mucho, ayer mismo la estuve visitando. El régimen hídrico de este parque está altamente alterado por la acción de los hombres, de forma interesadísima, además. Y ya no solo en el margen de la hidrología superficial, sino también existe la extracción descontrolada –legal e ilegal- de su acuífero. Aunque sea sorprendente, a Doñana no le llega el agua de fuera que le corresponde por las cuencas hídricas existentes previamente. Se ha aislado a Doñana de ese aporte hídrico externo. La lluvia que llega se bombea fuera del parque para aprovecharla para regadíos en otras zonas. Lo que realmente existe es una presión muy fuerte por intereses económicos para que se vaya todo al aprovechamiento económico de la agricultura. Esa es la realidad, aunque se oculte. Sin que se nos olvide el tema incendios y el de Gas Natural, claro.

El proyecto Doñana 2005 era fundamental para su regeneración hídrica. A Doñana se la ha asfixiado. En Doñana no entra agua, de las cuencas hídricas no entra agua ninguna, y la que entra por la vía de lluvia, la extraen y la sacan fuera. Así está el Parque Nacional de Doñana. El proyecto contemplaba unas actuaciones fundamentales para la regeneración hídrica del parque y, ¿sabes lo peor de todo? que el dinero se gastó, pero nada se llevó a cabo. Estamos luchando desde el grupo Viriato ante el incumplimiento de dichas actuaciones y por una justificación del gasto de ese dinero. A Doñana se la quieren cargar. Doñana prevalece como un interés desde el punto de vista de orden agrícola, no natural. Te digo más, hicimos una visita a Sevilla por la zona de los arrozales y me quedé perplejo al ver las balsas enormes de cinco hectómetros cúbicos que hay sacando agua del acuífero. Se están cargando el acuífero, totalmente. De ahí viene la importancia de algo que siempre he defendido y es la conveniencia de que en la zona del Condado de Huelva se aporten las aguas del río Odiel, la presa de Alcolea. Esta presa es ecológica, puesto que evitaría la salida de aguas contaminadas al estuario del Odiel y al océano y segundo, se aprovecharían muchísimas aguas que se utilizarían en posterioridad, tras un tratamiento, para evitar la extracción de agua ilegal en Doñana.

Tema incendios. Este verano se produjo una catástrofe. ¿Quién tuvo la culpa de esto? ¿Se está regenerando el territorio? Primero de todo, las regeneraciones naturales no son las que existían previamente ahí. A parte de esto, parece ser que, según los expertos, el origen del incendio está en la carbonera de Moguer-Mazagón. Yo lo he visitado y he estado viendo cosas y efectivamente, parece ser que se inició en esa dirección. La gestión del incendio fue un puro desastre y hemos tenido la suerte de que no hubiera muertes. De pura casualidad, porque podría haber habido, y bastantes.

Sobre proyectos mineros… ¿se va a producir una reapertura de la mina de Aznalcóllar? Sí. Tengo dos artículos publicados en un periódico en los que critico cuando se produjo la rotura de la balsa y di un par de consejos en caso de que surgiera una reapertura de esta. Una de las cosas que dije es que debería ser subterránea y otra que si hubiera una planta de tratamiento esta debería estar fuera de la cuenca del Guadiamar. Parece que han tomado nota. Fíjate, yo defiendo el medio ambiente, pero soy minero. En diez días voy a Argentina a ver una mina de oro que quieren comprar unos alemanes. Soy un convencido de que tenemos que aprovechar nuestros recursos racionalmente, es decir, las cosas hay que hacerlas bien, no como siempre. Lo malo de todo esto es que la Administración da muchas veces permisos y luego deja que se incumpla la mayoría. Ya está pasando en río Tinto, por ejemplo. Y Río Tinto nos puede dar una desagradable sorpresa el día de mañana.

…Y energéticos. Proyecto Marismas, ¿qué tienen que ver Gas Natural Fenosa, Repsol y Enagas en todo esto? Por una parte, están los sistemas de distribución –de los que se encarga Enagas- y por otra, las empresas –Gas Natural Fenosa y Repsol- que hacen aprovechamiento de extracción de gas natural. Lo que pretenden ahora es reinyectar ese gas, cosa que estamos advirtiendo las personas que tenemos conocimiento de estos riesgos. En nuestro caso, en el estuario de Huelva existen evidencias sedimentológicas de fallas tectónicas que están actuando desde hace dos mil años, cosa que se remonta hasta la actualidad. Se demuestra un alto nivel de inestabilidad geotécnico y tectónico muy elevado.

Ha habido unas reacciones muy peculiares ante la evidencia de un artículo que hemos publicado unas personas que somos doctores en estas materias y que conocemos bien de lo que hablamos. Estas reacciones vienen de la mano del presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Emilio Lora-Tamayo, que de pronto, de una manera que nadie entiende, se dirige a la empresa Gas Natural justificando y diciendo que no, que el CSIC nunca ha dicho que estos riesgos existan. Y lo dice a pesar de que uno de los que firmantes de este estudio es miembro del CSIC. Así, se llamó a declarar ante el Parlamento a Lora-Tamayo, y se terminó destituyéndolo del cargo.

Ante estas cosas, las administraciones responsables no tendrían que permitir que se hagan ese tipo de actuaciones sin hacer estudios muy completos y muy globales. Es decir, un informe de impacto ambiental que tiene que ser emitido antes de poder inyectar o almacenar gas. La propia administración de la Junta se está oponiendo a que se inyecte gas y me han pedido que actúe de perito en seguimientos judiciales que ya tienen contra Gas Natural Fenosa. Nos estamos jugando ya cientos de millones de euros. Por otro lado, hace unos días salía la noticia de que el Ministerio le ha concedido una subvención gratuita de seis o siete millones de euros a este mismo grupo de empresas para las inyecciones de gas. O sea, hay unas discrepancias entre los comportamientos de las administraciones que son más que preocupantes.

Centrándonos en la sismicidad…sé que Miguel de las Doblas Lavigne, José Julio Barea Luchena y tú habéis redactado un informe al respecto. Coméntame un poco sobre él. Hay sismicidad natural en muchos lugares del planeta, ya que este es inestable, pero existen además unos riesgos sísmicos específicos que están relacionados con el almacenamiento subterráneo de gas natural. Ejemplo de ello es el proyecto Castor del Mediterráneo, Valencia-Castellón, mediante el cual el gobierno ha pagado automáticamente una suma de 1500 millones de euros a la empresa que estaba haciendo eso. Algo entendible tras 500 terremotos. El riesgo que existe en el caso concreto del Golfo de Cádiz (Parque Nacional de Doñana) es que esa zona está repleta de lo que llamamos un “peligroso polvorín sísmico de tipo natural”. Es una zona afectada históricamente por terremotos y tsunamis. Ha habido hasta 18 sismos de gran magnitud que se hayan detectado. El último conocido tuvo consecuencias muy graves, con un tsunami que afectó a la costa de Huelva y Cádiz y dejando tres mil víctimas en su paso. O el de 1755 con olas de 15 metros de altura en el que murieron 60 mil personas y derrumbó varios edificios en Lisboa. Este último maremoto, a pesar de que se le conoce como el “terremoto de Lisboa”, se originó en el Golfo de Cádiz. Lo que pasa es que parece que la historia se olvida y punto. Y si nos fijamos bien, nos damos cuenta de que el periodo de tiempo entre estos sismos naturales es muy corto, entre 300 y 2000 años lo especifican los especialistas. Es decir, el Golfo de Cádiz y sus costas presentan un alto riesgo de sismicidad y una consecuente formación de tsunamis. Es un hecho, además, que hay riesgos sísmicos relacionados en la actividad de almacenamiento de gas. Entonces nos encontramos con un lugar con riesgos sísmicos naturales y con un plus de inyecciones de gas bajo determinadas condiciones haciendo que la suma pueda desencadenar en seísmos que puedan llegar a producir peligrosidad sobre las personas. Esto hace que haya que preocuparse de ello, y bastante. Con seguridad absoluta, los tsunamis van a ocurrir sí o sí, otra cosa es que no podamos predecir la exactitud. Si encima estamos emitiendo ese riesgo de carácter sísmico por acciones antrópicas, pues doblemente tenemos ahí un problema añadido.

Te vimos exponiendo al Comité de Peticiones en Bruselas las exigencias de Amigos de Doñana para evitar el deterioro del Parque Nacional de Doñana. Dijimos algo que tuvo que reconocer el propio ministro de Medio Ambiente, y es que se han incumplido tres directivas comunitarias en el Parque Nacional de Doñana. Con lo cual, el estado de España puede ir a sentarse al tribunal de Estrasburgo.

¿Qué ha hecho la Unión Europea al respecto? ¿Debería implicarse más? Claro que debería implicarse más. En primer lugar, que quiten esa imagen de que al ser Patrimonio de la Humanidad está protegida. Hay que identificar y reconocer los problemas para poder ponerles solución. Las cosas pasan por lo que pasan, y se permiten que pasen. Y se permiten intencionadamente. Estas cosas se las explicas al delegado de Medio Ambiente de turno y ni se lo cree. Viven en una burbuja, no son profesionales de este campo.

¿Qué hace falta para que Doñana vuelva a ser lo que era? Sinceramente, no sé si se va a poder recuperar. Doñana está encaminada, cada vez más, a una extinción en lo referido a las condiciones en las que la conocemos. Si no se cambian las cosas, que parece que no se van a cambiar, Doñana terminará desapareciendo en un periodo de tiempo relativamente corto.

¿Nuevas predicciones en tu lista? Derrumbe de la balsa 2 de los fosfoyesos, y además por las mismas causas que produjo lo de Aznalcóllar. Es un reactor químico gigante en radioactividad. Está deformando todo lo que hay debajo de la zona y lateralmente, se ha encontrado, a través de técnicas geofísicas como es la formación de estructuras diapíricas, consecuencia de la presión sobre un sitio, el agua que hay en los elementos tenga que salir por otros lados. La orilla del río Tinto frente a esta balsa ha subido 70cms y, es más, cuando se ha intentado hacer sondeos para sacar pruebas, el testigo ha salido solo por la propia presión. Se ha llegado a hundir 9 metros el terreno por debajo de lo que es la cota original del terreno. Eso va a pegar un petardazo, se va a producir una situación de colapso en un momento determinado que va a hacer que estalle y salgan decenas de millones de metros cúbicos de fosfoyesos ya sólidos al río, lo que va a ser distribuido por la marea y va a colapsar el canal de navegación. La probabilidad de que esa balsa se vaya a romper es del 90%. Esto puede pasar en diez años o pasado mañana.

Sé que andas escribiendo una novela…háblame sobre ella. Es una novela basada en hechos reales. El eje central es el río Tinto, al cual los tartesios llamaban “el río de fuego”. ¿Por qué ese nombre? Porque son aguas ácidas, que queman. Si echáramos un martillo en alguna parte del río, sobre todo en la parte alta, vienes mañana y ha desaparecido; el hierro se disuelve. La cuestión es que el eje central es el Tinto, y por eso lleva el título de “Los secretos del río del fuego”.

Hablo de cosas bastante fuertes que ni siquiera se conocen en Huelva. En la novela pongo a parir a Amils, por ejemplo. O hablo de que el propio fiscal jefe de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Francisco García Ontiveros, ha sido destituido por “chorizo”. También hablo de la Casa Real, de la ministra Tocino…

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