La sopa de cerveza es de origen germánico y aún hoy es un plato que tiene en Alemania fervientes partidarios. Entra dentro de la tradición de las sopas elaboradas con líquidos alcohólicos, de las cuales sin duda es la francesa sopa de vino la más célebre.
La Biersuppe – sopa de cerveza en alemán – data del siglo XVI. La primera vez que fue servida fue cuando se abrió un banquete, a los setecientos invitados a la boda de una joven berlinesa.
Para preparar la sopa de cerveza se diluye harina o fécula en un poco de agua fría y se añade azúcar. En una marmita aparte se calienta leche con corteza de canela; en el momento de la ebullición, se le añade la mezcla de harina y azúcar, y se espesa todo removiendo sobre el fuego durante cinco o seis minutos.
Seguidamente se agregan la cerveza y el azúcar. Se calienta rápidamente y, sin esperar el momento de la ebullición, se liga la sopa con una yema de huevo. Se bate la clara a punto de nieve, se le echa el azúcar en polvo y se va colocando esta clara batida en la sopa que hay dentro de la marmita. Se cubre durante cinco minutos y se sirve.
¿Cómo cocinar el Gulasch?
Generalmente, los cocineros, chef y las amas de casa a la hora de preparar el gulasch utilizan la forma de cocción más o menos españolizada del célebre estofado de buey que los húngaros llaman gulyas. Es un plato que tiene, al menos, cien versiones, pero sus bases con sencillas. Se trata de un estofado de carne, con preferencia de buey, aunque hay quien añade cerdo condimentado con paprika, que es un pimento rojo molido. La paprika tiene en Hungría un acento y un colorido inimitables. El estofado lleva cebollas en generosa cantidad. Ajos, hierbas aromáticas y patatas. Hay quienes le añaden nata de leche cruda con unas gotas de limón, lo cual es perfecto.
Para comenzar a preparar el Gulasch se debe calentar en una cacerola la parte grasa de la carne de buey y se doran unas cebollas finamente trinchadas. Se retira del fuego y se espesa unos instantes hasta que se enfríe un poco, antes de añadirle la paprika. Luego se echa la carne de buey, cortada en pequeños dados. Se vuelve a calentar a fuego lento, removiendo con suavidad. Se añade agua, se sazona con sal, se tapa la cacerola y se cuece durante una hora y cuarto. Finalmente, se le añaden patatas cortadas en dados y – diez minutos antes de servir – jitomates.
La cocina centroeuropea es considerada como una de las más brillantes del mundo. Aunque cada región aporta sus especiales matices, la charcutería preside la gran cocina de toda Alemania. El opulento panorama gastronómico germano incluye carnes exquisitas, como el buey hervido con cebolla y mucha pimienta y la carne de cerdo. Los germanos cocinan la carne de buey durante muchísimas horas, hasta que quede tan blanda que pueda comerse con cuchara. Las papas son un elemento básico de la cocina popular alemana.