La cocina española es variada, amplia y opulenta, sus fascinantes cualidades históricamente le conceden un lugar destacado en la gastronomía mundial y siempre atraen la curiosa mirada de los viajeros. Ofrece encantadoras tapas, que son una originalidad culinaria del país y provienen desde hace siglos.
Algunos estudios relacionados con la cocina española demuestran que en los establecimientos en que se procedía al cambio de caballerías de las diligencias y sillas de posta, se acostumbraba a despachar vino con el que los aurigas calmaban su sed, sin muchas contemplaciones. Las generosas libaciones de aquellos hombres de esa época, antes de volver seguir con sus riendas, era una preocupación para los regidores y las autoridades locales. Esta situación impulsó las órdenes para que con cada jarra de vino se sirviese una loncha de jamón y otro alimento, con la finalidad de que el bebedor no tomara el vino con el estómago vacío. Estas nuevas disposiciones obtuvieron una fuerza legal, debido a una ordenanza general del rey Alfonzo X el Sabio, monarca preocupado también por la ordenación de todas las situaciones que pudieran presentarse en los infames caminos de la España del siglo XIII.
Esta breve historia del origen de las tapas permite aprender más sobre su funcionalidad. El jamón se servía puesto sobre la jarra o el vaso “tapando” la boca de los mismos. Por este motivo, a aquel aditamento comestible se le llamó “tapa”, un vocablo con el cual actualmente se designa no solo a aquella menudencia, sino a una gran serie de especialidades que se disfrutan generalmente antes de las comidas, acompañadas de una copa de alguna bebida alcohólica, a la importante hora del folklórico rito español: el tapeo.
La calidad de los ingredientes locales es el mejor secreto de las tapas
A partir de este histórico origen de las tapas, resulta imposible enumerar todas las que se preparan en España, cuidadosamente preparadas con variadísimos ingredientes, por ejemplo, el diminuto boquerón o la típica chistorra, las patatas picantes y el calamar, los callos o el huevo cocido, una pequeña porción de un suculento guiso o la infinita variedad de pinchos autóctonos. La variedad, calidad y originalidad de muchos de sus ingredientes le confieren un lugar muy apetecible en las mesas a la hora de comer.
Las tapas realzan la originalidad de la cocina
La originalidad de las tapas se evidencia en cada una de sus formas de elaboración y son una de las mejores delicias a la hora de comenzar una comer. Cada región le confiere a sus tapas un sello distintivo de acuerdo a los ingredientes propios de cada localidad. Las miles de formas de preparación también son un reto para quienes se forman en el mundo de la cocina, guiados por las enseñanzas de muchos cocineros expertos en estas sabrosas preparaciones.
La presentación de la tapas también suele ser ideales para desarrollar la creatividad culinaria. Los mejores jamones, quesos, panes, verduras y el insustituible aceite de oliva son solamente algunos de los más comunes aliados a la hora de prepararlas. Las tapas son auténticas delicias, que encanta a muchísimos comensales en España y en otros países.