Ha muerto la 'Tía Pepa'. La gaditana María Josefa Neto Cárave, la anciana más mediática de la cuarentena decretada por la pandemia del coronavirus, ha fallecido este lunes a los 80 años de edad en la localidad de El Puerto de Santa María. A pesar del desparpajo que derrochaba en su canal de YouTube, la mujer arrastraba numerosos achaques que se fueron agravando en estas últimas semanas. La popular 'influencer' tuvo que ser operada de la cadera, según ha revelado el diario local La Voz de Cádiz, y vivía la nueva normalidad intentando recuperarse.
Su fama duró lo que duró el confinamiento, ya que su sobrino, Antonio García Neto, anunció el pasado 20 de mayo que dejaba de subir vídeos de la 'Tía Pepa' y que cortaba drásticamente su presencia en las redes sociales asegurando que recibía algunos comentarios "hirientes". No obstante, en tan poco tiempo y a su avanzada edad, María Josefa logró más de 166 suscriptores y casi 25 de visualizaciones. Su receta para conseguir tantos seguidores fue sencilla: ser natural y animar las eternas jornadas que los españoles estaban obligados a pasar en casa.
A ello se añadían su cercanía y su capacidad para decir las cosas claras. Era ocurrente a la vez que sincera. 'Tía Pepa' protagonizaba junto a su sobrino Antonio, al que llamaba 'Tito', las piezas que colgaba en YouTube, que se convertían en virales al momento. Fue a él a quien se le ocurrió la idea de ponerla delante de las cámaras para que compartiera sus experiencias vitales y sus divertidos chascarrillos con la gente que estaba al otro lado del móvil, la tableta o el ordenador. El canal se estrenó el 24 de marzo, estando ya en vigor el estado de alarma. De la noche a la mañana, la convirtió en todo un fenómeno de masas. Era tan famosa que hasta el artista Riki Rivera le compuso una "canción oficial".
Eso sí, la 'Tía Pepa' se ponía muy seria a la hora de hablar de la crisis sanitaria. Mandaba mensajes para que los ciudadanos cumplieran las normas para atajar la Covid-19 y aplaudía cuando le llegaban noticias de que la gente estaba haciendo caso a las autoridades. Siempre dijo que estaba segura de que íbamos "a salir de esta". Desde que comenzó la desescalada, María Josefa salía a la calle a dar algún que otro paseo y leía las cartas que le enviaban sus admiradores agradeciéndole que les hubiera hecho los días de aislamiento más llevaderos. Pero poco a poco se fue apagando, hasta que este lunes se ha marchado para siempre. Descanse en paz.