El Málaga sigue sumido en un caos silencioso, un desorden y falta de capitanía sobre el césped y en despachos, de momento el equipo se asemeja más a un barco a la deriva que un equipo con ideas y ordenado. Michel intenta probar cosas, pero victima de quién sabe si de la desesperación, sus inventos son raros a ojos de cualquier aficionado de La Rosaleda, lo de poner a su hijo Adrián tirado a banda es a todas luces desperdiciar el talento entre líneas del jugador blanquiazul.
La situación del equipo de Martiricos puede tener cientos de lecturas, pero la única verdad y cura a todos los males del equipo sería sumar tres puntos en el próximo envite. Preocupante si parece que Cecchini, que lleva ya bastantes entrenamientos no estuviese ni convocado, de heredero de Fernando Redondo a dar la sensación que no da el nivel para la primera división.
Centrándonos en el encuentro ante la UD Las Palmas, poco positivo que destacar, el equipo lo intenta, le pone interés, pero la intensidad puesta en escena por el equipo a ratos, de poco sirve si el juego por banda y el enlace entre líneas no acaba de funcionar. El Málaga solo intimidó la portería de Chichizola a disparo de Rosales en toda la primera mitad, poco más se le pudo ver a un Málaga que quiere pero ni sabe, ni puede. Quién si supo y pudo sería Viera al borde del descanso, cuando más daño hacen los goles, un mal pase de Hernández lo aprovecharía Halilovic para asistir a Viera que puso el 0-1 al descanso.
Tras el paso por vestuarios el Málaga se encontraría con una rápida recompensa, una falta lateral puesta en juego por Recio, encontró la cabeza de Diego González que de manera impecable mandó el balón al fondo de la red, se adivinaba un Málaga encorajinado y con ganas de voltear la situación. Por desgracia para los intereses locales, poco duró esa energía, Las Palmas volvió a hacerse con el control real de las ocasiones de peligro y poco a poco se lo volvieron a creer, Halilovic rozó el segundo tanto canario pero entre Roberto y la madera, desbarataron el disparo. Pocos instantes después quién no falló fue Calleri, quien a pase de Halilovic ganó la posición a Diego González y de un cañonazo imparable batía por segunda vez a Roberto. La parroquia local empezó a mostrar su descontento con sonido de viento, sin saber que la situación acabaría siendo aún peor. Prácticamente con el partido muriendo en favor del equipo visitante, acabaría llegando el tercer y definitivo tanto canario, Remy a pase de Castellano mataba el partido y dejaba sin ánimo ni ganas de ello a la afición malaguista.
Primera victoria de Las Palmas en La Rosaleda de la historia, dato que coincide con otro histórico, el hecho de que el Málaga nunca hubiese comenzado una liga perdiendo en las tres primeras jornadas, todos los males tienen una única cura, ganar.