Este lunes, el Gobierno de Baiona dará a conocer a los grupos de la oposición las medidas de seguridad que se adoptarán en los arenales del municipio, así como en las calles más céntricas del casco urbano y en aquellas que mayor afluencia de personas registran a lo largo del día.
En lo que a la seguridad en las playas hace referencia, el Ayuntamiento realizará una “prueba piloto” en la playa de Ribeira con la intención de aplicarla posteriormente al resto de arenales con vistas al comienzo de la temporada de verano y “para ir recuperando, paulatinamente y con mucha precaución, la nueva normalidad”, apunta el alcalde Carlos Gómez.
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Se trata de buscar la forma más eficiente de poder utilizar las playas sin que se produzcan aglomeraciones y pudiendo mantener las distancias de seguridad. Las medidas que adopte el Ayuntamiento, explica el regidor baionés, “tendrán que tener su complemento en la responsabilidad de los usuarios de los arenales teniendo en cuenta que, para llegar hasta este punto, fueron necesarios casi 40 días de confinamiento con los perjuicios tanto sociales como económicos que produjo esta situación”.
Por otra parte, el Gobierno local también explicará el plan de seguridad previsto para las calles de Baiona este verano y que se centrará especialmente en el Paseo de Alfonso IX, calle Elduayen y las calles del casco histórico para evitar, igual que en las playas, las aglomeraciones de personas
Esas medidas tendrán su continuidad con el estudio que realiza el Ayuntamiento para que las terrazas puedan ampliar, en la medida de lo posible, el espacio que tienen asignado. De esta forma, el Gobierno local busca “contribuir a la recuperación del sector de la hostelería que, junto al comercio local, es uno de los más duramente golpeados por esta crisis”, concluye Gómez.
La ampliación de las terrazas permitirá que los establecimientos puedan mantener prácticamente el mismo número de mesas y que, al mismo tiempo, éstas cumplan la distancia mínima de dos metros que establece la normativa.