Los estudiantes de cuarto de Secundaria demostraron ayer una capacidad reivindicativa fuera de los canales convencionales que dejo a muchos asombrados.
Centenares de alumnos, que previamente se habían puesto de acuerdo a través de las redes sociales, boicotearon las pruebas de fin de etapa de cuarto de la ESO.
A los exámenes previstos por la Lomce estaban convocados más de 5 estudiantes de 72 institutos murcianos, una muestra representativa del total. Sin embargo, centenares de estudiantes mostraron su rechazo a la polémica prueba, que finalmente ni es obligatoria ni tendrá peso en el expendiente, por varias vías.
Por ello, al menos un 30% de los alumnos decidieron no acudir a clase y así no tener que hacer ningún examen. De los que se acudieron al instituto, unos decidieron presentar el examen en blanco, otros se negaron a completarlo y un tercer grupo que lo entregó con el mensaje de protesta #NoALasReválidas, tal y como les había instado a hacer el Frente de Acción Estudiantil.
Al rechazo suscitado por la prueba de fin de etapa, que es en realidad la deriva de la reválida impuesta por el exministro Wert en la Lomce, y que fue perdiendo todo su peso en derogaciones y acuerdos posteriores tras dos años de protestas, se sumó el mal encaje del día escogido por la Consejería de Educación para su realización. Los alumnos de cuarto de la ESO encaran el final de curso esta semana y la próxima con exámenes finales y recuperaciones, y en muchos casos se juegan el curso y el título de graduado en Secundaria. Por contra, los exámenes de fin de etapa de cuarto, ni son obligatorios, ni tienen consecuencia académica alguna para el alumno.
La protesta tuvo una acogida dispar según los municipios e institutos. En los dos centros de Mula seleccionados para el examen, apenas lo hicieron el 10% de los alumnos. «Y de los que han venido muchos no lo han completado, han puesto el nombre y lo han entregado», informó el director del instituto muleño y presidente de los directivos de Secundaria.
El boicot fue contundente también en el IES Vega del Táder de Molina, donde de los 137 estudiantes de cuarto de Secundaria convocados, solo se presentaron ayer a realizar el primer examen de las pruebas el 10% de los alumnos, que contaban además con el respaldo de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos. Un grupo de estudiantes organizó un piquete a las puertas del centro, informando a los compañeros de las razones de su rechazo a los exámenes.
Tampoco se desarrollaron con normalidad las pruebas en el IES Floridablanca de Murcia, donde apenas se presentaron a realizarlas 37 de los 158 estudiantes citados. «Es que se están jugando el curso con sus exámenes de cuarto, es comprensible que estas pruebas no les interesen demasiado», justificaba el director.
El rechazo de los alumnos a las pruebas de fin de etapa se hizo también evidente en el instituto Isaac Peral de Cartagena, donde muchos de los escasos alumnos que hicieron el examen evidenciaron su rechazo con el lema ‘#NoAlasReválidas’ como única respuesta al cuestionario.
Al Marqués de Los Vélez de El Palmar acudieron menos de la mitad de los alumnos. La misma proporción que en el instituto Miguel de Cervantes de Murcia, a donde acudió la consejera de Educación a supervisar las pruebas.
Los alumnos de los institutos de Bullas y del Salzillo de Alcantarilla secundaron masivamente la protesta, y en su mayoría no acudieron al examen.
En otros centros, como el Castillo Puche de Yecla y Don Bosco de Lorca, el primer día de las pruebas de fin de etapa se desarrolló con una afluencia normal.
A los directores de los institutos les preocupa que la asistencia de estudiantes sea menor aún los próximos días de exámenes, hasta el jueves.
La Consejería, aunque admitió que un tercio de los alumnos no se presentaron a los exámenes, insistió en que a pesar de todo realizará un diagnóstico del sistema educativo con los resultados, aun cuando la muestra de alumnos se vea reducida.
