Julio Verne es casi la definición de imaginación, quien no ha leído alguno de sus libros o visto alguna de las adaptaciones cinematográficas o de dibujos animados. En pleno siglo XXI Julio Verne nos sigue asombrando con su imaginación y con la capacidad de influir siglos después.
La exposición se centra en la influencia que ha tenido la obra de Julio Verne en los diferentes exploradores del pasado siglo, en inventores y en general en la sociedad desde ls primeras publicaciones de sus libros.
A través de carteles, fotografías y elementos relacionados con su obra recorremos la planta baja de la Cúpula del Niemeyer. Es una exposición para ver tranquilo sin prisa y aprender mucho sobre gente tan olvidada como Jesús Fernández Duro, el cual en 1902 realiza sin mapas el mayor viaje en automóvil hasta entonces, partiendo de Gijón hasta Moscú y vuelta, en total 10 000 kilómetros, también gana en 1906 la Copa de los Pirineos (la cuál podemos ver en la exposición) tras haber cruzado en globo y en solitario los Pirineos desde Pau hasta Granada, o Julio Cervera Baviera, militar e ingeniero que tras trabajar con Marconi durante tres meses pudo haber conseguido transmitir la voz sin cables entre Alicante e Ibiza. Que por fue olvidado y ninguneado por la historia por sus convicciones políticas.
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En el centro de la exposición se encuentra un vídeo y unas tiras de colores que nos muestra las rutas extraordinarias que siguieron los personajes de sus libros por todo el mundo, un mundo desconocido para la mayoría de los ciudadanos de hace dos siglos.
La influencia de Julio Verne en nuestra sociedad, en la ciencia, en la geografía, en nuestros inventos es tan abrumadora que casi asusta, por eso no hay que perderse esta interesantísima exposición que por tan solo 3 euros nos abrirá la mente y nos hará ser tan curiosos como lo era él.