Científicos dirigidos por Stephen Hawking, están utilizando escáneres de alta tecnología para descubrir si un enorme objeto espacial en forma alargada que actualmente se precipita a través de nuestro sistema solar en realidad es una nave extraterrestre.
El curioso objeto fue detectado el 19 de octubre de este año por un programa de investigación de larga duración llamado Pan-STARRS, que utiliza potentes telescopios para fotografiar y monitorear el cielo nocturno de la Universidad de Hawai.
Este objeto, bautizado como “Oumuamua, término hawaiano que significa “primer mensajero”, mide aproximadamente 400 metros de largo y viaja a unos 315 kilómetros por hora. Y si bien podría ser solo un asteroide, los investigadores están tomando en serio la posibilidad de que pueda tratarse de una nave espacial.
El equipo de científicos, Breakthrough Listen, están usando el radiotelescopio dirigible más grande del mundo, para monitorizar durante diez horas al extraño objeto. La observación comenzó la tarde de este miércoles y terminó la mañana del jueves, aunque sus resultados aún no han sido anunciados.
Lo que más intriga a los científicos es la forma del objeto ya que por lo general la forma de los asteroides es redonda.
Hawking y sus colegas en Breakthrough Listen señalan: “Los investigadores que trabajan en el transporte espacial a larga distancia han sugerido previamente que la forma más probable de una nave espacial interestelar es una forma alargada, de cigarro o aguja, ya que esto minimizaría la fricción y el daño del gas y polvo interestelar”.
Otra curiosidad de Oumuamua es que en su trayecto no emite la nube habitual de polvo espacial que los astrónomos observan alrededor de los asteroides.
Los expertos dicen que esto sugiere que está hecho de algun material denso, probablemente roca o metal.
Su asombrosa velocidad ha llevado a algunos expertos a concluir que es el primer objeto de este tipo que viene hacia nosotros desde fuera de nuestro sistema solar. Los analistas también dicen que su débil color rojo indica que ha sido sometido a radiación cósmica interestelar que es más potente de la que experimentamos en nuestro sistema solar.
El hecho de que no parezca tener motores o mostrar signos de propulsión puede arruinar la teoría de naves espaciales interplanetarias.
Cuando Oumuamua fue visto por primera vez, ya se alejaba de la Tierra, habiendo pasado a 15 millones de millas de nosotros el 15 de octubre, es aproximadamente 85 veces la distancia de la Tierra a la Luna.
“Sin embargo, todavía podemos ver lo suficientemente bien la parte trasera de Oumuamua para detectar cualquier tecnología extraterrestre a bordo”, dice Andrew Siemion, director del centro de investigación Search for ExtraTerrestrial Intelligence en California, que trabaja con los científicos de Breakthrough Listen.
