Jon Snow tuvo un momento difícil en la última temporada de Juego de Tronos y todo terminó con él poniendo un cuchillo en el corazón de la mujer que amaba y siendo desterrado para vivir el resto de su vida más allá del Muro.
Conocer la escena fue impactante, filmarlo fue agotador. "Era esencialmente una página y media de diálogo, y pasamos tres semanas filmando", recordó Harington.
Jon básicamente lo ve como Daenerys o Sansa y Arya, y eso lo hace decidirse. Él eligió la sangre sobre, bueno, su otra sangre. Pero él elige a las personas con las que ha crecido, las personas con las que están sus raíces, el Norte. Ahí es donde se encuentran sus lealtades al final. Ahí es cuando pone el cuchillo.
Y eso, de acuerdo con Harington, de eso se trata Juego de Tronos: familias disfuncionales y cómo estamos vinculados a ellas. “[Jon] se enfrenta a alguien que ama como su amante, con quien está relacionado, pero su lealtad es con la gente y la parte del mundo donde están sus raíces, las personas que lo criaron. Por mucho que fuera un marginado de ese grupo como un bastardo, y aunque Jon se convirtió en el heredero legítimo del trono, siempre será del Norte. Siempre será un bastardo del norte. Siempre ha hecho lo honorable, y Tyrion [Peter Dinklage] apela a eso: ‘Haz lo honorable. Hacer lo correcto. Haz lo difícil, pero haz lo correcto ". Al final, es más que un honor para Jon. Es su familia ".
Así que esa fue una escena brutal, pero al menos Jon consigue un respiro al final de la temporada, cuando va más allá del Muro en una secuencia que se parecía a la primera escena del estreno de la serie.
Disfruté de la ambigüedad del final de Jon, la forma en que no estábamos seguros de si se iba con los salvajes más allá del Muro para siempre o simplemente los escoltaba hacia el norte antes de regresar al Muro. Estoy feliz de interpretar las cosas a la manera de Harington; Dios sabe que el tipo merecía un descanso.
