El obispo José Ignacio Munilla ha cumplido con la tradición y ha tomado posesión de su nuevo cargo al frente de la diócesis de Orihuela-Alicante a lomos de una mula blanca de nombre 'Bartola'. Se trata de un animal híbrido estéril que resulta del cruce entre una yegua y un asno. El ritual se remonta al siglo XVI y simula la llegada de Jesús a Jerusalén. Arropado por una treintena de obispos de toda España y del nuncio del Papa, Bernardito Auza, Munilla ha llegado a Orihuela sobre la burra que, según informa la agencia EFE, tiene 16 años, es "dócil y grande" y está acostumbrada a grandes aglomeraciones, ya que suele participar en las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.
La de Orihuela-Alicante es la única diócesis, junto a la de Sigüenza (Guadalajara), que conserva esta peculiar entrada pública del nuevo obispo desde marzo del año 1566, cuando lo hizo el entonces prelado Gregorio Gallo de Andrade. En la eucaristía de inicio de su ministerio episcopal, monseñor Munilla ha defendido que la Iglesia es un "espacio de diálogo y encuentro donde todo el mundo tiene cabida". Tambén ha dicho que "vivimos en una cultura crispada". "Al que no piensa como nosotros, hay que silenciarlo. Es la cultura de la cancelación", ha sentenciado.
¡Doy gracias a Dios por el inolvidable día vivido en Orihuela!
(Por cierto que, ¡‘Bartola’ se ha portado muy bien!!)Aquí te dejo mi homilía en la Toma de Posesión: https://t.co/SJ7wBaESpN pic.twitter.com/aQbpR9yhNx
— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) February 12, 2022
José Ignacio Munilla, de 60 años, ha dejado la diócesis de Donostia para sustituir a Jesús Murgui Soriano, de 75, quien ha renunciado por edad al cargo, en el que llevaba más de nueve años. El obispado de Munilla en el País Vasco ha estado marcado por la polémica. Nada más aterrizar, cerca de un centenar de párrocos rechazaron su designación por estar muy alejado del nacionalismo y defender postulados reaccionarios. "En modo alguno es la persona idónea", dijeron los curas del que ha sido su pastor los últimos doce años.
Mi agradecimiento a cuantos habéis dado un gran testimonio de fe con motivo del inicio de mi ministerio como obispo de Orihuela Alicante… pic.twitter.com/cFGTAnF1uv
— Jose Ignacio Munilla (@ObispoMunilla) February 13, 2022
Durante su ministerio, el obispo donostiarra llegó a calificar el aumento de los abortos como un "holocausto silencioso" y a censurar al "feminismo radical" y a los movimientos LGTB por el daño que, a su entender, causan al honor de las mujeres. Sobre la "idelogía de género", opinó que, "aparte de la violencia machista", ha sido "el demonio que ha metido un gol a la dignidad de la mujer", al defender reivindicaciones como "el aborto libre y selectivo". Munilla siempre se ha mostrado frontalmente contrario a la interrupción voluntaria del embarazo, incluso en los casos de violación.
En otra ocasión, afirmó que "en la defensa de la vida no puede haber excepciones", poniendo como ejemplo el caso de una mujer con cáncer de útero que "pierde" su hijo por el tratamiento de quimioterapia: "No es un aborto provocado, sino la consecuencia de un tratamiento terapéutico". Para los supuestos de violación, rechazó que "una injusticia se solvente con otra" y defendió la vía de la "adopción, como hizo Teresa de Calcuta".
Hace dos años, reconoció haber instruido cinco procesos canónicos sobre pederastia, entre ellos una investigación en 2017 contra el que fuera vicario de la diócesis, Juan Kruz Mendizábal. Tras ello, animó a más posibles víctimas a comunicar sus casos y recibió denuncias contra cuatro sacerdotes acusados de abusos durante los años 70. Informó de ello a la llamada Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano y abrió un proceso eclesiástico a cada cura.
La entrada del nuevo #obispo #Munilla en #Orihuela, en imágenes
??Galería de fotos y vídeo de Tony Sevillahttps://t.co/n6LF2c3FJ0 pic.twitter.com/qOoeWHLv34— INFORMACIÓN Vega Baja (@inf_vegabaja) February 13, 2022
Mientras, el Papa ha nombrado al arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, administrador apostólico de Donostia, diócesis que ha dejado vacante Munilla. El nombramiento de Pérez "no limita ni excluye las funciones" al frente de las diócesis navarras, cargo en el que permanecerá hasta que le sea aceptada la renuncia. El puesto de administrador apostólico se prolongará hasta que sea nombrado el nuevo prelado donostiarra. La Santa Sede "le concede todas las facultades del obispo diocesano", aunque "la diócesis está en sede vacante", por lo que "cesan los oficios del vicario general y de los vicarios episcopales".