Las dos líneas de investigación policiales han dado con 7 arrestados, de los que 5 parece que son albañiles que los narcos contratan, para hacer zulos en los lugares más insospechados, donde guardan los alijos de hachís. Del grupo, 3 han entrado en prisión y el resto está en libertad con cargos.
Este 2018, la primera vez que se habló de un zulo, fue el 21 de febrero, cuando la Agencia Tributaria y la Guardia Civil aprehendieron 930 kilos de hachís, ocultos en un agujero, en una playa de la zona de El Tormo, en la Comarca del Campo de Gibraltar (Cádiz).
Poco después, el 5 de abril, los policías nacionales localizaron un zulo bajo una ducha instalada en un garaje, al que se accedía mediante un sistema hidráulico que se accionaba con mando. Cuando bajaron, localizaron 172 fardos, que contenían más de 6 kilos de hachís.
El 4 de mayo, las pesquisas de la anterior operación dieron su fruto y hallaron otro agujero, en el huerto trasero de una vivienda del barrio del Zabal, con 150 kilos de hachís.
Durante la investigación que parte del zulo encontrado en la ducha del garaje, los agentes que vigilaban el aparcamiento vieron a 2 individuos llegar al lugar; uno de ellos resultó ser un narco de la zona y el otro, uno de los albañiles que iba a realizar el mantenimiento. Allí fueron localizados otros 1.600 kilos de hachís.
Los policías, para acceder hasta ese contenedor subterráneo rompieron una losa de hormigón de unos 45 centímetros, porque los detenidos usaron la apertura hidráulica, en el momento en que vieron a los agentes.