Este sábado, a través de sus redes sociales, la cantante Britney Spears anunció que perdió el bebé que esperaba con su pareja, el actor Sam Asghari. Este sería su tercer hijo.
En una imagen publicada en su cuenta de Instagram, se puede leer el mensaje: "Es con nuestra más profunda tristeza que tenemos que anunciar que hemos perdido a nuestro maravilloso bebé al principio del embarazo”.
“Este es un momento devastador para cualquier mamá o papá. Tal vez realmente deberíamos haber esperado para anunciar hasta que finalmente estuviéramos más avanzados. Por otro lado, estábamos extremadamente emocionados de compartir la buena noticia”.
Me temía que esto podía pasar. Pobre Britney??#StayStrongBritney pic.twitter.com/KSYaDIXmzF
— Benjamín Lillo Videla? (@thecurseofbenja) May 14, 2022
“Seguiremos esforzándonos por extender nuestro hermosa famikia”, continuaron. “Estamos agradecidos por toda su ayuda. Pedimos amablemente privacidad durante este momento difícil”, concluye el post.
BRITNEY SPEARS, LAS LUCES Y SOMBRAS DE UN «EXPERIMENTO PILOTO» DE POP
«Ella abrió el camino a las demás». El periodista Juan Sanguino es tajante y claro cuando habla de Britney Spears (Misisipi, 1981). La cantante, la diva del pop, un «icono cultural», según Sanguino, fue un «experimento piloto» en la industria musical, una niña criada con el objetivo de «agradar». Una obsesión que le había sido inculcada desde su nacimiento ya que siempre se le dijo que si trabajaba, si era «disciplinada», alcanzaría el éxito. Ese empecinamiento ha marcado la vida de la cantante, cuenta el escritor, hasta el punto de que, una vez ganada la batalla judicial contra su padre para recuperar la libertad y dejar de estar bajo su tutela; embarazada de su tercer hijo e, incluso, de vacaciones, «continúa subiendo contenido a las redes sociales para seguir contentando a sus seguidores», defiende.
Britney perdió a su bebé ???????? pic.twitter.com/q6XFJ33Yxp
— Nayorlis ?? (@NayKoopa) May 14, 2022
Y lo hace en la recientemente publicada biografía sobre la cantante, 'Britney Spears. One more time' (Bruguera), un recorrido por «las luces y sombras» de la artista que se remonta, incluso, a sus propios abuelos.
«La historia de Britney Spears no es una sucesión de eventos simplemente de una estrella del pop adolescente, es una tragedia americana. Porque su ascenso y caída sólo se puede dar en un país como EE UU, donde se vive una dimensión del estrellato excesiva. En Europa ese fenómeno no ocurre. En España, tampoco. Allí la fama es diferente. Como dicen los hermanos Coen, 'todas las películas americanos son, en mayor o medida, 'remakes' de 'El mago de Oz', y la vida de Britney Spears lo es», afirma Sanguino.
En la biografía, que está acompañada de las ilustraciones de Inés Pérez, se retrata la existencia de una cantante que «nos sigue atrayendo 24 años después de que se iniciara en la industria». «Britney Spears trasciende lo musical. Yo he querido hacer este libro, ahora que ella ha recobrado su libertad, para intentar entender por qué nos fascina tanto su figura», argumenta el autor. ¿Y por qué esto es así?, cabe preguntarse. Sanguino tiene la respuesta: «Nunca ha habido una historia de una estrella en la que el escaparate, lo que quiere mostrar, y, por otra parte, las bambalinas, la vida personal, hayan chocado con tanta violencia. De Britney hemos vivido momentos gloriosos, pero también escabrosos. Su historia se convierte en un relato inagotable, con un material muy rico que hace que, 24 años después, sigamos hablando de ella. Ni coetáneos como Christina Aguilera o Justin Timberlake tienen su repercusión en estos momentos», narra.