Su viuda y sus hijos, arropados por el rey Felipe, numerosos amigos y ciudadanos anónimos, le han rendido este lunes un último homenaje a Manolo Santana en Madrid. La pista central de la Caja Mágica, que lleva su nombre, ha acogido la segunda capilla ardiente de la leyenda del tenis, que murió el sábado a los 83 años de edad en Marbella, donde se instaló el primer velatorio del deportista.
El periodista José María García y Feliciano López, director del Mutua Madrid Open, han sido de los primeros en llegar al recinto, en el que el féretro de Santana, cubierto con la bandera de España, estaba rodeado de decenas de coronas de flores, entre ellas una enviada por Rafa Nadal. El alcalde y la vicealcaldesa de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y Begoña Villacís; el presentador Jesús Álvarez; Álex Corretja, que debutó con el difunto en la Davis; Florentino Pérez, presidente del Real Madrid; o Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del club blanco, también consolaron a la familia.
La última esposa de Manolo, Claudia Rodríguez, apareció acompañada de Bárbara, una de las hijas del ex tenista, que nació fruto de su fugaz romance con la azafata de vuelo Bárbara Oltra.
Por sorpresa se ha presentado además Alba Santana, que ha viajado desde Holanda para despedir a su padre solo seis meses después de enterrar a su madre, Mila Ximénez, fallecida en junio a causa de un cáncer de pulmón. Dos de los hijos que el ganador de cuatro títulos de Grand Slam tuvo con su primera mujer, Fernanda Dopeso, la actriz Beatriz Santana y Borja, también estuvieron presentes.
Alba es la menor de los hijos del aclamado tenista. Todos, a excepción del mayor, Manuel, que se encuentra en Galicia y no ha podido trasladarse a Madrid por problemas de salud, han acudido al acto fúnebre. La única hija que tuvo con Mila, que vive en Ámsterdam junto a su marido, Aviv Miron, y sus pequeños, Alexander y Victoria, no pudo estar presente en la capilla ardiente celebrada en Marbella, pero sí ha decidido ir a la despedida a su padre en la Caja Mágica.
"Aunque no tengo relación con la viuda, ni he venido a darle el pésame a ella, sí que me quería despedir de él personalmente y ha sido así", ha declarado la joven en una entrevista concedida a 'Sálvame'. Además, ha destacado que, con ella, Manolo Santana era un padre "muy divertido y cariñoso". Dice haber tenido mucha suerte porque, tanto él como Ximénez, le han criado en "un amor increíble". "Cuando pienso en él, sonrío, y eso me alegra", ha reconocido. A pesar de todo, Alba Santana ha admitido que desde hacía bastante tiempo tenía "dificultades" para ver a su progenitor, con el que no se hablaba.
Despedida | Lágrimas, recuerdos y algún reproche en el viaje más duro de Alba Santana. La hija pequeña del tenista viaja a Madrid, seis meses después de perder a su madre, para estar en su último adiós ? https://t.co/tSNOrxYYJQ pic.twitter.com/nkaExMDFTg
— La Razón (@larazon_es) December 13, 2021
A su llegada al velatorio, con el rostro prácticamente cubierto por una mascarilla negra y unas grandes gafas de sol oscuras, Alba, con la voz entrecortada, ha calificado de "muy complicado" el momento que está viviendo, aún con el recuerdo de su madre tan fresco en la memoria y despidiéndose de un padre con el que no tenía relación. Luego, se ha abrazado a su hermana Beatriz, en la que siempre se ha apoyado mucho. Después, ha recorrido la pista central del recinto para pasar revista a las coronas de flores y fotos de Manolo que se amontonaban junto al ataúd.
Alba acude al velatorio de su padre Manolo Santana pic.twitter.com/KokwH0yPDN
— ????@lebiram?????????? (@lebiram34980787) December 13, 2021
Cabe recordar que el divorcio de Santana y Mila Ximénez fue muy traumático para Alba, que tuvo que dejar de vivir con su madre siendo una niña. A los seis años, se fue a Marbella con su padre y la tercera mujer de éste, Otti Glanzielus. Al cumplir los diez, se instaló de nuevo con la periodista, pero dos años después, debido los problemas económicos de la que fuera colaboradora de Mediaset, volvió a marcharse de su lado. No obstante, la joven siempre defendió a su progenitora. "A los que dicen que me abandonó, yo les digo que ella me ofreció la mayor prueba de amor que puede ofrecer una madre: renunció a mí para que yo tuviera un futuro. Y lo hizo con todo su amor y rota de dolor", expresó con rotuntidad en cierta ocasión.
El deportista y la polemista solo aparcaban sus diferencias cuando de la felicidad de su hija se trataba. Así, ambos se dieron cita en la boda de Alba, celebrada el 16 de junio de 2006 en Marbella y en la que Manolo ejerció como padrino.