Luego de una jornada marcada por alta sismicidad, con más de 300 temblores en 24 horas, el volcán de La Palma ha dado un respiro mínimo debido a la disminución del temblor y la tendencia a la baja de las emisiones de SO2, que presenta valores que oscilan entre los 16 y 32 toneladas por día. Aunque, los científicos argumentan que es necesario observar si la serie de datos se consolida a la baja en el tiempo, ya que analizar las cifras para un solo día no sirve para comprender el comportamiento del volcán, porque se pueden registrar grandes fluctuaciones.
Está previsto que la nube de cenizas y el dióxido de azufre giren hoy hacia el oeste, por lo que la navegación aérea de la isla puede verse comprometida y no se descarta que afecte también al funcionamiento de los aeropuertos de La Gomera y Tenerife. La emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) registró valores entre las 2.300 y las 2.500 toneladas diarias. La calidad del aire en Puntagorda fue regular en determinados momentos del día y buena en el resto de estaciones que miden la presencia de gases y partículas. Específicamente, la cantidad de partículas menores a diez micrones (PM10) en Los Llanos de Aridane estuvo en un nivel desfavorable.
Los comités científico-técnicos del Plan Especial de Protección contra el Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) están pendientes de los efectos provocados por las fuertes lluvias que afectaron ayer al norte y este de La Palma, ya que el agua añade peso a los tejados que están cubiertos por un manto de ceniza y podrían provocar el colapso de techos e invernaderos.
El aporte de lava está siendo el más intenso y hace que el material magmático arrase nuevas tierras entre las montañas de La Laguna y Todoque. El portavoz de Pevolca, Francisco Prieto, explicó que esta colada se está ensanchando y avanza lentamente hacia la costa, aunque se desconoce si podrá llegar al mar en ese punto. La cabecera de este lavado se encuentra a 300 metros de la costa y otros caudales se han ralentizado a la misma distancia. En la isla hay 1.037,17 hectáreas destruidas por lava.
El volcán emitió grandes cantidades de piroclastos
La fuerte actividad sísmica que experimentó La Palma el miércoles fue muy sentida por la población y durante la tarde provocó la emisión de una cantidad considerable de grandes piroclastos. La portavoz científica de Pevolca, Carmen López, del Instituto Geográfico Nacional (IGN) señaló que la intensificación de la actividad volcánica es “normal” en la dinámica de una erupción y explicó que responde a la acción del “complejo sistema de alimentación” del volcán.
El terremoto más fuerte ocurrido ayer fue de 4,4 y se registró a las 1,55 horas a una profundidad de 34 kilómetros en Fuencaliente. El movimiento telúrico fue sentido por la población con intensidad III-IV. A pesar de la constante actividad sísmica, que se ubica a unos 20 kilómetros de profundidad, la deformación vertical del suelo se mantiene estable.
En el hotel de Fuencaliente siguen alojadas 416 personas tras perder sus casas por la lava volcánica, además de las 67 que se encuentran alojadas en Los Llanos de Aridane y 43 son atendidas en centros de salud insulares.