Poco queda de aquella Rocío Flores de apenas 22 años e inexperta, que reaparecía por primera vez en la televisión atacada de los nervios para defender a su padre en el programa ‘Gran Hermano VIP 7’. Desde esa fecha es mucho lo que ha cambiado la hija de Rocío Carrasco, no solamente en relación a su vida personal, sino a su transformación física que no deja de sorprender.
Ahora, Rocío Flores experimenta un gran cambio. Su paso por el programa ‘Supervivientes 2020’ fue el primer paso de esta transformación de la cual ahora se siente muy orgullosa. Durante su periplo por Honduras, la joven perdió al menos, 15 kilos de peso, y lejos de quedarse ahí, continuó adelgazando, llegando a perder más de 20 kilos en menos de seis meses, hasta lograr una figura estilizada que presume en la actualidad y que le han permitido incursionar con éxito en el mundo del modelaje, la moda y la publicidad.
Sin embargo, toda su transformación no solamente es el resultado de la pérdida de peso, gracias a una buena alimentación y sesiones de deporte. Rocío Flores es amante de los retoques estéticos y ahora no la dudado en ponerse en manos de su centro de belleza de confianza para perfeccionar su rostro.
La hija de Rocío Carrasco ha recurrido a sus redes sociales para compartir el antes y después de sus retoques estéticos. La joven se ha aplicado ácido hialurónico en los labios para lucirlos más hidratados y exuberantes, además de una ligera corrección a nivel del tabique de la nariz, realizado con el mismo producto. Pero la lista de todos estos procedimientos no termina allí. Con 25 años, Rocío Flores ya se ha estrenado con el botox, pero una versión muy ligera solo para atenuar las arrugas de la expresión en la frente. Su reacción a estos tratamientos demuestra que ha quedado encantada con los resultados.
Hace solo unos meses, Rocío Flores se sometió a un procedimiento estético llamado bichectomía, que consiste en una intervención quirúrgica en la que se eliminan las bolsas de grasa que se encuentran en el interior de los pómulos y da como resultado un rostro más estilizado y anguloso. Igualmente, la joven ha corregido su sonrisa, gracias a la clásica ortodoncia. Para mejorar su cuerpo, cada semana acude a su centro de estética para realizarse tratamientos corporales, con la finalidad de mantener la grasa a raya y evitar un aumento de peso. Es evidente que la joven tiene interés en seguir mejorando su apariencia física, puesto que no para de sorprender a sus seguidores con todos estos procedimientos que realzan su belleza natural.
Muy probablemente, Rocío Flores vuelva a sorprender pronto con sus incursiones en el mundo del modelaje y la moda, una faceta de su carrera profesional que le ha dejado importantes ganancias. Su alejamiento de la televisión es más que evidente y trabajar como modelo la mantiene distanciada de las innumerables declaraciones en torno a los problemas de su familia. Ahora, con esta nueva imagen, la joven podría impulsar su trabajo como influencer, tras mantener más de 700 mil seguidores en sus redes sociales.