Una de las acusaciones populares personadas en la causa del triple crimen de Alcàsser ha presentado a la jueza instructora un extenso informe donde se traza con detalle, 30 años de después, cómo fue la huida de Antonio Anglés en los primeros meses de 1993, desde Valencia hasta el carguero atracado en Lisboa donde se le perdió el rastro, según han informado a la agencia EFE fuentes del caso.
El informe, de más de 50 páginas y presentado por la Asociación Laxshmi para la Lucha Contra el Crimen y la Prevención, incorpora una cronología con los puntos donde se tiene constancia, bien por pruebas o bien por testimonios, de la presencia de Anglés durante su fuga. También contiene una infografía del llamado Corral de Alborache, que fue uno de sus primeros escondites y donde se hallaron restos genéticos del individuo, concretamente de su esperma.
En total, diversos especialistas integrados en el Proyecto Prometeo, cuyo objetivo es la revisión de crímenes y desapariciones sin resolver, analizan 15 escenarios mediante fotografías de la época, combinadas con otras modernas, vídeos y tomas aéreas e infografías. En cada lugar, los autores de este estudio, con el criminólogo Félix Ríos a la cabeza, dan cuenta de los indicios hallados y de posibles nuevas pruebas forenses y testificales, al tiempo que establecen una relación espaciotemporal con otras zonas.
Así, los expertos concluyen que existen indicios forenses que demuestran "sin género de dudas" que Antonio Anglés permanecía con vida entre el 30 de enero y el 7 de febrero de 1993, ya que se tiene constancia de que pernoctó en el citado Corral de Alborache y en un chalé de la localidad de Benaguasil entre ambas fechas.
Además, tomando como referencia testimonios e indicios no forenses, se apunta la posibilidad de que Anglés estuvo vivo al menos hasta el 24 de marzo a las 18:00 horas de la tarde, cuando se le perdió la pista en el ya famoso buque británico. Para la realización de este informe se han visitado "todos y cada uno de los escenarios" y se ha entrevistado a testigos de la época. Una de sus principales hipótesis es que un miembro de la tripulación del 'City of Plymouth' facilitase la huida del fugitivo.
Por su parte, la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 6 de Alzira, Elisa Fort, ha remitido a la Policía Nacional este informe, que incluye un retrato robot envejecido del presunto asesino de las niñas de Alcàsser y que muestra cuál podría ser su aspecto en la actualidad, basándose en la fotografía difundida por la Interpol para su búsqueda.
Los especialistas se han centrado en ciertos rasgos faciales característicos de Antonio Anglés, como un quiste en el cuello, una peca en la mejilla bajo el ojo derecho o una caída significativa en la parte central de la ceja derecha. "A partir de ahí, hemos realizado la evolución lineal con el cabello más canoso, las entradas que se van marcando, las arrugas en la piel, y hemos llegado hasta el punto de cómo sería hoy en día", señalan.
El secuestro y asesinato en noviembre de 1992 de Miriam, Toñi y Desirée, las tres vecinas de Alcàsser (Valencia) de entre 14 y 15 años, violadas y torturadas hasta la muerte por el prófugo Antonio Anglés y su compinche Miguel Ricart -en libertad desde 2013, después de 21 años en la cárcel tras ser condenado por la Audiencia de Valencia a 170 años de prisión-, mantuvo en vilo a España durante más de dos meses, hasta que aparecieron sus cadáveres.
Las autopsias confirmaron que Miriam, Toñi y Desirée fueron torturadas y violadas antes de morir de un disparo. Investigaciones posteriores han seguido la pista del posible paradero de Anglés, en caso de seguir vivo, o la confirmación de su fallecimiento, que pudo haberse producido al arrojarse al mar desde el citado barco rumbo a Dublín.