A principios de esta semana, Kiko Hernández viajó hasta Málaga para entrevistar a un familiar de Antonio David Flores y Olga Moreno que se había puesto en contacto con él para confirmar la noticia de la separación de la pareja y dar todos los detalles de la ruptura del año. Se trataba de una mujer que, como advirtió el colaborador en su primera conexión en directo desde la suite de un hotel de la capital de la Costa del Sol, habría estado sufriendo "presiones y advertencias" antes de hablar en 'Sálvame'. "Está con un ataque de nervios", avisó el tertuliano, que tenía a esta persona a tan solo un metro de distancia, aunque los espectadores no podían ver su imagen.
Conforme avanzaba la tarde, Kiko Hernández comunicaba que la situación iba a peor. "Se está poniendo muy mal, está recibiendo todo tipo de presiones por parte de la familia", decía antes de informar a la dirección del programa de Telecinco que a la 'topo' le habían dado ya "cuatro jamacucos" porque tenía "miedo" a que el entorno Antonio David mandara "a alguien" al hotel. 'Sálvame' le ofreció la posibilidad de llevarla a un lugar donde no hubiera tanta presencia mediática.
Dicho y hecho. Kiko sacó de la habitación a la mujer, convertida en una especie de 'testigo protegida', tapaba con una sábana, consiguiendo sortear todos los problemas que ambos se encontraban a su paso hasta meterla en un coche. "Es lo más surrealista que me ha pasado", llegó a renocer el colaborador ya dentro del vehículo. Finalmente, la entrevista no se pudo realizar porque la misteriosa invitada, visiblemente temblorosa bajo el improvisado disfraz, insistía en que estaba aterrorizada.
@Kiko_Hernandez saca del hotel al familiar de @adavidflores y @_OlgaMoreno protegiéndole con una sábana: ?? "Es lo más surrealista que me ha pasado"
Y a nosotros lo más surrealista que hemos visto ???? pic.twitter.com/tszvyQbuez— GLORIA BUEVINK (@chapis2002) November 3, 2021
No obstante, hay material grabado. Hernández charló con la mujer durante "cuatro horas" antes del directo de 'Sálvame', y este miércoles reveló parte de la conversación en el plató de Mediaset. Lo primero que quiso dejar claro es que la relación de parentesco entre la confidente y el ex marido de Rocío Carrasco es muy estrecha. Al parecer, todo iba bien hasta que la entrevistada empezó a recibir mensajes. "Lo que percibo es que sus hijos le dicen: 'se han dado cuenta y tenemos miedo'", asegura el ex 'gran hermano'.
"Entró en parraque, subió a la suite y se encerró. La encontré después en la terraza, sentada en el suelo, encogida. Es la primera vez que me encuentro con una situación así", explicó el polemista. También se pudo escuchar un audio de la protagonista con la voz distorsionada. "Nada más que yo relate que son unos cínicos y que esa familia ha arrastrado a esos niños [Rocío y David Flores], saben perfectamente que soy yo", lamentaba.
"Es cierto que soy yo la que ha metido la piernecita solita, pero a medias no me puedo quedar. Estoy descompuesta. Es que son capaces de agredirme. Son como gitanos. Estoy acojonada. Parecen muy finos pero son muy verduleros", apuntaba. "Que tenga cuidado al salir", decía un mesaje recibido tras la primera conexión con 'Sálvame'. Y ahí, se echó para atrás: "Son muchos. Se me ha secado el cuerpo por dentro. Yo no salgo esta noche del hotel", clamaba angustiada.
Por eso, la prioridad de Kiko Hernández fue sacarla de aquella habitación. "Tenía los labios morados, la cara blanca… no sabía cómo gestionarlo". Según el colaborador, el equipo del programa la dejó "en un punto indeterminado". Luego, acudieron a una comisaría para denunciar los hechos. Dos horas después, el tertuliano pudo hablar con ella. Le confirmó que estaba bien: "No me ha pasado nada, pero de mi casa no voy a salir en un mes".