La vegetación ubicada en la zona de la erupción de Cumbre Vieja, y que corresponde mayoritariamente al pinar canario, se está deteriorando “mucho” debido a la duración en el tiempo de este proceso volcánico; según afirmó a EFE el investigador del CSIC, Manuel Nogales.
Nogales, delegado en Canarias del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, explicó que, cuando se realiza la fotosíntesis, los pinos lo hacen con gases que son aerosoles ácidos liberados por el volcán, lo que hace que tengan un aspecto amarillento, “con una clorosis galopante, que ya alcanza a cinco kilómetros del cono".
El especialista, que dirige los diferentes equipos del CSIC que estudian continuamente y desde el inicio de la erupción sus efectos sobre la biodiversidad de la zona, explica que las áreas más alejadas del volcán están “aceptablemente bien”, pero las zonas que están al sur del las coladas son las que más han sufrido, porque los vientos alisios mueven el material magmático, incluyendo cenizas y arena, y producen cambios importantes en la vegetación.
Nogales ha explicado que aunque el daño no es tan espectacular como el que produce un incendio, es un proceso más lento y es igual de importante y dañino.
“No sabemos cómo será la recuperación, porque es un escenario muy nuevo para nosotros”, dice el investigador, quien recuerda que la erupción de Teneguía de hace 50 años fue principalmente en la costa y no afectó a los pinares.
El pinar del sur de La Palma sufre la erupción del volcán
Los equipos del CSIC desplazados a La Palma realizan un seguimiento semanal de la flora y fauna, incluyendo algunos grupos de animales como murciélagos e insectos.
Nogales afirma que este monitoreo es muy importante, porque es la primera vez que se hace sobre la biodiversidad afectada por una erupción volcánica. y, por ello, quieren complementarlo con la mayor cantidad de información posible “porque lo que salga de aquí dará lugar a publicaciones interesantes”.
El área afectada por la erupción es principalmente bosque de pinos pero también especies características de montañas termófilas, como los enebros, y en la costa cardonal de Tabaibal.
En cuanto a la fauna, Nogales indica que es fauna asociada a este tipo de hábitats y en el pinar son básicamente pinzones, mosquiteros y herrerillos. En la zona del monte termófilo hay gorriones, currucas negras y canarios, mientras que en la costa la fauna se reduce, pero ha aparecido una nueva especie que es la curruca tomillo, muy típica de la zona costera.
Esta especie se ha encontrado entre dos flujos y el equipo del CSIC está satisfecho con este hallazgo, porque en La Palma el “cinturón de vegetación costera” es muy estrecho.
A diferencia de lo que sucedió con el volcán submarino de El Hierro, que al cabo de unos años se enriqueció la fauna y la flora del mar de Las Calmas, el científico considera que aquí “hay más incógnitas” y dependerá del tiempo.
Explica quela zona cercana a la erupción es una región seca, por lo que los procesos de neocolonización de plantas y animales es más lento que si el volcán hubiera entrado en erupción en una zona húmeda, “donde los procesos se aceleran mucho”.