Los llamados 'challenges' -retos en castellano- que se viralizan por las redes sociales se están volviendo cada vez más peligrosos. Desde los 'influencers' más jóvenes hasta los más mayores están haciendo auténticas locuras con tal de conseguir 'likes' o visualizaciones. Pero, una vez más, uno de estos retos imposibles ha acabado en tragedia. Un hombre ha muerto tras sufrir una intoxicación por inhalar insecticida mientras grababa un vídeo para subirlo a sus redes. Al parecer, el fallecido quería demostrar que no pasaba nada por tragarse el repelente.
El clip se grabó en directo, y en las imágenes se puede apreciar cómo el sujeto, de origen asiático, rocía su nariz y boca con el producto. Esta imprudencia le costó la vida, ya que el 'influencer' murió a las pocas horas a causa de una grave intoxicación.
Las barbaridades en las redes sociales se han ido incrementando en los últimos tiempos y, cada vez más, este tipo de 'challenges' están atentando contra la integridad de las personas. Los retos virales en internet están volviéndose un peligro con exigencias cada vez más altas.
"Todo por el 'like', las visitas, la repercusión en redes sociales…". Esta es la reflexión a la que llegan Iker Jiménez y Carmen Porter al analizar las imágenes virales de este hombre tragando insecticida. "Mientras haya público que dé estos 'likes', esto continúa, es como una bola. Esto es la cultura del ego por encima de la vida", ha comentado el presentador de 'Cuarto Milenio' al respecto.
Un insecticida es un químico que mata insectos. La intoxicación con insecticida ocurre cuando alguien ingiere o inhala esta sustancia o se absorbe a través de la piel. La mayoría de los aerosoles contra insectos de uso doméstico contienen químicos derivados de las plantas llamados piretrinas. Estos químicos fueron extraídos originalmente de las flores de crisantemo y generalmente no son dañinos. Sin embargo, pueden causar problemas respiratorios potencialmente mortales en caso de ser inhalados.
Los insecticidas más potentes, que se pueden usar en invernaderos comerciales o que alguien podría guardar en su garaje, contienen muchas sustancias peligrosas. Estas incluyen: carbamatos, organofosfatos o paradiclorobencenos (bolas de alcanfor o naftalina). Puede ocurrir una intoxicación grave solamente con la manipulación del organofosfato sin guantes o por no lavarse las manos poco después de su exposición.
Se pueden absorber grandes cantidades a través de la piel, a menos que la persona esté protegida. Se pueden presentar rápidamente una parálisis potencialmente mortal o la muerte. El pronóstico de una persona que se ha intoxicado depende de la gravedad de la intoxicación y de la prontitud con que se reciba el tratamiento. Cuanto más rápido reciba ayuda médica, mayor será la probabilidad de recuperación. Ingerir estos tóxicos puede tener efectos graves en muchas partes del cuerpo.
Si la persona sigue mejorando durante las primeras cuatro a seis horas después del tratamiento médico, esto es un buen signo de que se va a presentar la recuperación. Aunque los síntomas de intoxicación con carbamato y organofosfato son los mismos, la recuperación es más difícil en caso de intoxicación con organofosfato.