Si por algo es conocida Paz Padilla, es por su afición a pasarlo bien. Desde que falleciera su marido hace ahora justo un año, la presentadora de 'Sálvame' ha insistido en varias ocasiones en que prefiere hacer frente a las adversidades de la vida con una sonrisa. La también actriz y humorista se ha tomado la pérdida de Antonio Juan Vidal, muerto a los 53 años a consecuencia de un tumor cerebral, con mucha filosofía y ha demostrado que el luto no va con ella. De hecho, este fin de semana, primer aniversario de la desaparición de su pareja, la gaditana organizaba una concurrida fiesta de disfraces en su residencia de la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón.
La propia conductora del programa de las tardes de Telecinco y su única hija, Anna Ferrer, fruto de una relación anterior, anunciaban la celebración en sus respectivas redes sociales. La juerga tuvo lugar en el jardín de la lujosa mansión en la que viven ambas, que cuenta con un terreno de más de mil metros cuadrados. Hasta allí se acercaron gran cantidad de amigos y familiares, convirtiendo la velada en una fiesta por todo lo alto, según informa el diario La Razón, que señala que la cómica contrató incluso los servicios de una charanga.
Lo cierto es que Paz y sus invitados disfrutaron a lo grande aunque, al parecer, los que no lo pasaron tan bien fueron los vecinos de la protagonista de 'La que se avecina'. De acuerdo con el citado periódico, la música en casa de Padilla rebasaba por mucho los decibelios permitidos, y se escuchaba perfectamente desde el exterior, rompiendo el descanso y la tranquilidad de sus vecinos de urbanización. Es más, uno de ellos perdió la paciencia y, ni corto ni perezoso, llamó a la Policía Municipal.
De este modo, varios agentes uniformados se personaron en el domicilio de la presentadora de Mediaset para llamarle la atención. No obstante, el encuentro de Paz Padilla con los policías fue de lo más distendido, cuenta también La Razón, que asegura que la humorista estuvo charlando animadamente con los municipales un buen rato. Sin embargo, cuando la Policía se marchó, la andaluza y sus amigos siguieron de fiesta, aunque bajando el volumen de la música a unos niveles más aceptables. Sin más incidentes con las autoridades, la celebración se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
A todo esto, cabe recordar que la quinta ola de la pandemia está desbocada. La Comunidad de Madrid cerró este domingo una semana en la que registró cerca del doble de contagios de coronavirus que en la anterior (21.836 frente a 11.555) y también aumentaron tanto los fallecidos por la enfermedad (14) como los pacientes hospitalizados. Aunque ha terminado la prohibición de reunirse en los domicilios con no convivientes, el Gobierno regional recomienda que no se haga.
Paz Padilla se contagió de covid el pasado 12 de marzo. Ella misma y su hija, también enferma, iban contando a través de sus redes sociales que permanecían aisladas, como recomiendan las autoridades sanitarias. Tras algunos días sin que la presentadora de 'Sálvame' publicara nada sobre cómo estaba viviendo la cuarentena y después de que su hija explicara que estaba "un poco pachuchilla", la actriz compartió con sus seguidores que había pasado unos días muy difíciles a causa del virus y confesó que incluso tuvo que ingresar en un hospital ante un empeoramiento de los síntomas.
"Todo iba bien hasta que el día octavo empecé a sentir una presión en el pecho, me costaba respirar", añadía, recordando que fue entonces cuando se acordó de su amigo y compañero en 'La que se avecina' Jordi Sánchez, quien había superado recientemente la enfermedad y que le insistió en que al más mínimo síntoma fuera al hospital.