Llega el penúltimo estreno de la 66º edición del Festival Interncional de Teatro Clásico de Mérida. Un 'Cayo César' inédito, en el que se pone la atención en los efectos altamente perniciosos del abuso de poder. Y todo, bajo la dirección del primerizo Jesús Manchón.
Agustín Muñoz Sanz, quien ya abría la cita teatral emeritense hace cuatro años con un texto teatral sobre Marco Aurelio, en esta ocasión se adentra en el gobierno del tercer emperador de Roma: Calígula. Así, muestra algunas de sus vilezas desde el 12 al 16 de agosto.
Maldades que, unas reales y otras ficticias, que realizaría durante sus cinco años de mandato. Eso sí, visto desde el prisma actual. Ya que son fácilmente extrapolables al ejercicio (y abuso) de poder de algunos mandatarios del siglo XXI.
TEATRO, MÚSICA Y DANZA PARA RELATAR EL ABUSO DE PODER DEL EMPERADOR CALÍGULA
Teatro, danza y música en directo confluyen en el escenario dando forma a un espectáculo dinámico con un envoltorio sobrio y elegante. "El tercer emperador romano fue el protagonista de un cuatrienio que forma parte de la historia de la infamia", recuerda el dramaturgo Muñoz Sanz.
Por una parte, el extremeño cuenta que su intención es trasladar al espectador de Mérida "los efectos deletéreos del abuso de poder". Pero poniendo especial hincapie en el "peligro" que supone que "tan alto privilegio" sea ejercido por "personajes de conducta muy reprobable, repugnante, cuando no maligna y venenosa".
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Por otro lado, el director Jesús Manchón cuenta que "es un espectáculo muy especial y queremos que sea una celebración de la vida". Aunque también como "un alegato en defensa de la cultura como necesidad primaria en cualquier contexto".
Juan Caros Tirado, que se pone en el papel protagonista de Calígula, cuenta en la paradoja teatral ha aprendido bastante. "Cuando estaba trabajando sobre él no era capaz de comprender cómo el comportamiento del ser humano puede ser tan drástico", dice. Y todo, cuando tienes el "objetivo único y exclusivo de conseguir el poder".
Rocio Montero, en el papel de Drusila, comparte con él escenas de gran potencia. "También es un personaje un poquito malo", señala. Califica a la compañera de Cayo como "avariciosa" y que "sabe en todo momento lo que necesita".
En definitiva, con un envoltorio sobrio y elegante, la arena emeritense luce iluminada elegantemente por Francisco Cordero. Un escenario compuesto por un trono, módulos e incluso algunos árboles y un piano. Y todo, ideado por Miguel Ángel Castro Mikelo. Aunque, entre todo, luce un vestuario de líneas clásicas diseñado por Eva León.