La cumbre de la OTAN que se celebrará entre el 28 y el 30 de junio en Madrid ha obligado a plantear un protocolo de seguridad nunca establecido en España. El Gobierno lleva semanas diseñando al milímetro un plan para convertir a la ciudad en la capital del mundo y que esta se convierta, por lo tanto, en la capital más segura del planeta por unos días. La "Operación Eirene" blindará Madrid gracias al trabajo de las Fuerzas Armadas, que patrullarán el espacio aéreo de la capital con helicópteros NH90. Por tierra habrá 10 agentes desplegados por toda la ciudad.
Esta es una operación coordinada por el Ministerio del Interior, el de Presidencia y la Oficina de Seguridad de la OTAN. Según el portavoz nacional del Sindicato Unificado de Policía, Carlos Morales, en torno a 35 efectivos velarán por la seguridad de la ciudad. Se van a movilizar 6.550 miembros de la Policía Nacional, así como 2.400 guardias civiles, cuya función será asegurar el correcto desarrollo de la cumbre. También se movilizarán efectivos de la policía municipal, los bomberos y los servicios de emergencias de la Comunidad de Madrid.
Este evento tiene un grado 4 sobre 5 en alerta terrorista. El CNI está alerta para intentar repeler cualquier conato de ataques cibernéticos o de espionaje que se puedan producir durante estos días.
Además, se ha establecido un perímetro de tres kilómetros en torno a IFEMA, el lugar escogido para que se produzcan los encuentros bilaterales entre mandatarios y la cumbre de la OTAN como tal. De esta forma, se dificultará el paso a aquellos ciudadanos que no tengan autorización para participar en la cumbre. Para acceder al recinto, se revisará que los asistentes lleven la acreditación correspondiente en exhaustivos controles.
Tanto el Palacio Real como el Paseo de la Castellana o el Museo del Prado son zonas donde el tránsito estará casi vetado. Estos son "puntos calientes" donde los mandatarios se reunirán por diversos motivos, por lo que se debe garantizar al máximo su seguridad. Además, se ha establecido un perímetro de 300 metros en torno a los hoteles donde duerman las autoridades. Por último, se han establecido controles muy estrictos en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas o la base aérea de Torrejón.