Las fricciones en el Gobierno de España se resuelven con encuentros discretos. Esta es la dinámica que PSOE y Unidas Podemos llevan practicando desde la fundación del ejecutivo bipartido, en enero de 2020, primero entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y ahora entre el presidente del Gobierno y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Ambos hablaron en un encuentro discreto a primera hora del martes en el Palacio de La Moncloa con un desayuno de por medio previo al Consejo de Ministros. Las delegaciones de sendos partidos llevaban trabajando durante todo el puente para alcanzar un acuerdo sobre la reforma laboral, un acuerdo que tuvo sus frutos tras el encuentro entre los máximos representantes de los dos partidos del Gobierno en dicho desayuno.
De este encuentro salió la palabra "derogación" como el objetivo a alcanzar ante la reforma laboral de 2012, como pedía Unidas Podemos, aunque el comunicado recoge que “el Gobierno buscará un acuerdo con todas las partes justo y equilibrado”. Tras de este desayuno, ambos participaron en el Consejo de Ministros y, a continuación, se produjo la reunión oficial sobre la reforma laboral entre Sánchez, Díaz y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, aparte de otros ministros como el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá; la de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría; y la de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. Este encuentro no duró más de una hora.
Con este acuerdo, el Ejecutivo sana las heridas que produjo la crisis sobre la reforma laboral y profundiza en el cambio en el modelo de las relaciones entre empresas y trabajadores. "El Gobierno está comprometido con la derogación de la reforma laboral de 2012 en los términos que establece el acuerdo de coalición y el Plan de Recuperación enviado a la Comisión Europea. La temporalidad y la precariedad son, junto al desempleo, las principales anomalías del mercado laboral español y estamos decididos a dejarlas atrás. Es imprescindible disponer de herramientas equilibradas en la negociación colectiva y, al mismo tiempo, establecer condiciones claras para la subcontratación”, recoge un comunicado compartido por parte de Moncloa.
Sobre la base del trabajo realizado con los agentes sociales hasta el momento, el Gobierno busca, a través del diálogo social, un acuerdo con todas las partes justo y equilibrado. Esta voluntad es la mejor garantía de obtener una reforma duradera dentro del acuerdo establecido con la Comisión Europea en el Componente 23 del Plan de Transformación y Resiliencia", añade. “El objetivo del Gobierno es construir un nuevo modelo de relaciones laborales para el siglo XXI que acompañe el proceso de modernización de la economía gracias a los fondos europeos, a través del diálogo social”, finaliza el texto.
Sin embargo, ahora toca pasar de la brocha gorda a los detalles. La negociación dura llegará en los próximos días, cuando representantes de Trabajo, Economía y Seguridad Social se reúnan para plantear ante la mesa del diálogo social las líneas generales que el Gobierno propone a la patronal y los sindicatos con el objetivo de plantear una estrategia compartida entre todas las partes. Esta negociación se producirá a lo largo de este mes para que, en diciembre, se lleve un real decreto al Consejo de Ministros que consiga entrar en vigor este mismo año, como el Ejecutivo se comprometió con Bruselas.