El Gobierno de España no pasa por sus mejores momentos. Es verdad que la retórica política suele acusar la "debilidad" del Ejecutivo formado por el PSOE y Unidas Podemos, pero esta vez los pronósticos cumplen el diagnóstico. Sendos partidos se reunieron este lunes en el Congreso de los Diputados para abordar el pacto de coalición firmado entre Pedro Sánchez y Pablo iglesias en la peor crisis que tiene el Poder Ejecutivo desde su génesis, en enero de 2020, y tratar así la delicada derogación o reforma de la reforma laboral. Según fuentes socialistas y moradas consultadas por COLUMNA CERO, la reunión ha sido "cordial" y "constructiva" pero no se ha alcanzado ningún punto en común.
Lo deseable hubiera sido que Unidas Podemos aceptara la condición del socio mayoritario del Palacio de La Moncloa: que Nadia Calviño lidere la negociación final de la reforma con sindicados y patronal. Para que los pocos puentes tendidos entre ambos en este momento no saltaran por los aires, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, evitó plantear el papel de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital y, en su lugar, planteó el papel de los diferentes ministerios implicados en la misma. Por ejemplo: una de las mujeres fuertes de Sánchez en el PSOE planteó que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones o incluso el de Educación y Formación Profesional participen en las negociaciones.
Sin embargo, todo forma parte de la escenificación habitual en la que está sumida la política española. Los socios gubernamentales saben que deshacer el Gobierno y convocar elecciones generales sería muy perjudicial para el bloque de izquierdas en un momento en el que algunas encuestas apuntan a que el presidente del PP, Pablo Casado, tendría mayoría absoluta con Vox de celebrarse unos comicios. El Ejecutivo necesita tiempo para consolidar la recuperación económica y que esta misma sea uno de los alardes de los socios de cara a la campaña. Además, Yolanda Díaz tampoco tiene todo preparado para lanzar su proyecto: la vicepresidenta segunda necesita plantear correctamente su estrategia de aglutinar a todas las fuerzas de izquierda en torno a un proyecto político y no un partido, unas siglas o incluso una persona.
Esta ha sido la quinta reunión de la comisión permanente de seguimiento del acuerdo de la coalición de Gobierno. Fue la primera en 10 meses y contó con nuevos integrantes: el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Héctor Gómez; el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey; y el jefe de gabinete de Yolanda Díaz, Josep Vendrell. Por parte del ala socialista del Ejecutivo estaba el ministro de la Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños; y la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero; por los morados, estaba la ministra de Igualdad, Irene Montero; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra; aparte del secretario general del PCE y secretario de Estado para la Agenda 2030, Enrique Santiago; y el portavoz parlamentario, Pablo Echenique.