El PP pretende abandonar su sede nacional, en la histórica calle de Génova 13 de Madrid, antes de las próximas elecciones generales. Los de Pablo Casado buscan evitar el argumento de la corrupción por parte de la oposición, y la única manera posible es cambiar de sede, según anunció el líder conservador el pasado febrero: "No podemos seguir en un edificio cuya reforma está siendo investigada por los tribunales”. Sin embargo, no ha habido movimientos desde este anuncio.
Desde fuera de la Junta Directiva Nacional, hay barones que se muestran escépticos sobre la funcionalidad real de la medida y otros se muestras con recelo. Algunas fuentes aseguran que podría suponer la ruina económica para el partido en el caso de llevar a cabo una mala gestión, mientras que otras aseguran que los expresidentes del PP y del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy se molestarían porque sería una enmienda a su gestión. No obstante, desde el círculo más cercano al actual presidente del partido lanzan un mensaje inequívoco: "La sede es demasiado grande y cara".
La debacle electoral del PP en Cataluña, sorpassado por Vox y convirtiéndose en el último partido con representación en el Parlamento de Cataluña -con solo tres diputados-, hizo que Casado diera un giro de 360 grados. "Ni somos los mismos ni nos pueden identificar con los mismos", aseveró el presidente popular tras un Comité Ejecutivo Nacional tenso y con aires melancólicos.
Casado: "El PP ha vuelto para llegar a La Moncloa"
El presidente del PP, Pablo Casado, lanzó un mensaje claro en la clausura de la Convención Nacional del partido, que puso punto y final a una semana entera de actos en la plaza de toros de Valencia: el partido ha vuelto "más abierto que nunca" para ensanchar sus bases y llegar así al Palacio de La Moncloa. “No somos el recambio de nada, ni el reemplazo de nadie, salimos a por todas, pues España no puede esperar más”, subrayó un líder de la oposición exaltado ante miles de afiliados del PP.
Casado aseguró que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “ya es el pasado, aunque aún no lo sepa” y presentó su “contrato social” con los españoles, un pacto generacional con más sociedad y menos gobierno. “Un plan para recuperar el orgullo de ser español”, subrayó. Además, anunció la creación del Museo Nacional de Historia de España al lado de El Prado y del Reina Sofía, en el actual Palacio del Ministerio de Agricultura, que pasará a los edificios de Nuevos Ministerios. “Las naciones más importantes del mundo están orgullosas de su historia, y nosotros más aún”, indicó, sumando que no se puede "pedir perdón a nadie ni por nada". "Al revés: nos deben dar las gracias por nuestra contribución a América con el acontecimiento más importante de la humanidad, después de la romanización, que es la Hispanidad”, aseguró.
El presidente del PP prometió que pondrá tres grandes planes nacionales cuando llegue al Gobierno de España -reforma en la institucionalidad, empleo y familia-: “Lo haremos nada más llegar, con urgencia y decisión, sin que a nadie le tiemblen las piernas para aprobar reformas ni el pulso para ejecutarlas. Lo haremos con los mejores al frente, con un equipo transversal y experimentado, cueste lo que cueste, sin dejarnos presionar ni distraer”.