La Convención Nacional del PP, con la que Pablo Casado quiere relanzar su proyecto de alternativa al Gobierno de España de cara a las próximas elecciones generales, ha arrojado una imagen en su primer día que, hace unos meses, parecía imposible que se produjera: el presidente del PP conversó sobre el futuro del país con su antecesor, Mariano Rajoy, del que estaba distanciado desde hace un tiempo por la ruptura del líder de la oposición con el pasado de su partido. "No daremos más explicaciones sobre acciones pasadas", dijo Casado en una rueda de prensa.
“Parece un dejà vu ver a la vicepresidenta Calviño mentir sobre las previsiones del Gobierno respecto a las que tenía ya el INE, y que ella conocía”, señaló Casado, quien lo compara con lo que hizo Pedro Solbes. “Calviño acabará escribiendo un libro como Solbes reconociendo sus mentiras y tendrá que abandonar el Gobierno antes de que acabe con su reputación o la que le quede”, subrayó.
El presdiente del PP elogió la gestión de Rajoy, "quien cumplió con el mandato de evitar el rescate que había dejado la izquierda, con un país con una deuda del 9%, un 24% de paro, 27 millones de déficit público y una morosidad que obligó al Gobierno a elaborar un plan para pagar a los proveedores". Además ensalzó que, "en tiempo récord", el Gobierno del PP aplicara un programa de reformas fiscal y laboral, con "la creación de 2.700 empleos; y educativo, con una reducción del fracaso escolar de ocho puntos".
Casado recordó que aquel Gobierno realizó una reforma de las pensiones, que introducía el factor de sostenibilidad, el índice de revalorización y que consiguió que se incrementaran un 16% de media. “Agradezco a Mariano Rajoy lo que ha hecho por todos los españoles a la hora de buscar empleo, tener mejores servicios sociales, mayor prestigio internacional y dejar un país mejor del que había encontrado”, indicó.
Casado contrapuso la gestión de Rajoy con aquella que está realizando Sánchez, "que ha hecho que España sea el país de la Unión Europea que más tardará en recuperarse tras la pandemia y el que más empleo ha destruido del mundo desarrollado". Frente a él, puso como ejemplo las políticas de “prosperidad y empleo” que el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, aplica en la comunidad desde hace tres legislaturas y que están “siendo una referencia”.
La primera parada de este antes y después del partido fue Santiago de Compostela. El expresidente del Gobierno dio consejos y advertencias a Casado antes de que se siente en el sillón presidencial. “Supongo que tendrás que cambiar otra vez la ley, y lo mismo te hacen una huelga. No te va a quedar otra", lamentó Rajoy. Se refería a derogar la reforma del Ejecutivo que ha eliminado el factor de sostenibilidad de las pernsiones y que ha indexado de nuevo al IPC. "La reforma que se ha hecho de las pensiones es un error. Lo único que va a servir es para que haya que cambiar dentro de poco otra vez la ley. Creo que la reforma que se había hecho antes era razonable, y había que seguir profundizando en ella”, señaló.
Rajoy calificó de “excelente idea” la celebración de esta convención y de “loable” el objetivo de “actualizar las propuestas del partido y dárselas a conocer a la sociedad civil”. Aseguró Rajoy que el PP “volverá a arreglar lo que otros desarreglaron”. “Nos dejaron una España como nos la dejaron, pero nosotros dejamos una España mejor. No hay dos sin tres pero será para el bien de España”, concluyó. Por último, señaló que el PP está centrado en los temas que realmente preocupan a los ciudadanos y lamenta que “lo importante” solo le interese a su partido.