A buen seguro muchos lectores habréis llegado a este articulo de opinión indignados por el título, ya que muchos de los que ahora estáis leyendo sois doctores, en especial odontólogos. Bueno, tranquilidad, el título puede llevar a confusión, pero está puesto a conciencia. Voy a explicar, siempre desde el terreno de la gestión odontológica, lo que son los doctores calculadora y por qué me parecen la mejor opción para poner tu boca en sus manos.
Cada vez es más frecuente encontrarse con este tipo de doctores, sobre todo en las franquicias, donde abunda el trabajo de especialización, es decir, el paciente será tratado según su problema por distintos profesionales, cirujano, odontólogo general, endodoncista, ortodoncista y/o periodoncista. ¿A qué me refiero cuando hablo de doctores de calculadora? ¿al plano económico? Si, pero no. Los doctores calculadora son aquellos que están cada vez más concienciados de la nueva era en la que vivimos en cuanto al avance de la tecnología y la salud, esos que han avanzado hacía una forma de trabajar que quizá, sea más criticada pero que desde mi visión de asesor, es mucho más coherente. Vayamos al fondo de la cuestión…
Hace 20 años los odontólogos en general, solían coincidir en un porcentaje mucho más elevado en sus diagnósticos de lo que lo puedan hacer a día de hoy, esto tiene la sencilla explicación de que la odontología ha avanzado, las soluciones en estos días son más amplias, mientras décadas atrás apenas empezaban a asomar los primeros implantes dentales como solución a la reposición de piezas perdidas. Antiguamente las exodoncias o extracciones eran más habituales, hoy día podemos decir que la odontología se divide en dos grupos, los doctores conservadores y los que suelen ver la boca del paciente con una mayor visión global, en ocasiones ambos, conservadores y globales, suelen coincidir en un mismo tratamiento. Intentaré explicarlo de la manera más sencilla posible.
Imaginemos un paciente con piorrea, lo que viene siendo una periodontítis, además aguda, este tipo de pacientes he podido comprobar tras años de asesoramiento odontológico, que acaban perdiendo la totalidad o casi, de sus piezas, sobre todo cuando la piorrea es agresiva, esto puede pasar en pacientes con cierta edad y en otros no tan mayores. Podríamos hablar de los factores que pueden provocar o acelerar la piorrea como puede ser el tabaquismo, pero eso sería volver a meterme demasiado en el terreno médico y os recuerdo que mi visión aquí es más la de asesor y gestor.
Hablábamos de un paciente con piorrea, vamos a poner como ejemplo que este paciente no va sobrado económicamente, pero podría hacer un esfuerzo si la situación lo requiere. Supongamos también que debido a la piorrea le quedan en boca 12 piezas y que la mitad de ellas ya están más bien para extraerlas. El doctor tendrá que tirar de calculadora mental y en titanico ejercicio de reflexión, valorar que tratamiento en función de varios factores le merece más la pena a dicho paciente.
¿En función a qué factores tendrá que decidir que tratamiento realizar? ¿Acaso una solución de salud no es igual para todos? Hoy día en odontología las soluciones a un problema pueden ser varias. Me he encontrado cientos de casos de pacientes con piorrea y os sorprendería ver la de diagnósticos distintos que he visto para un mismo problema, ¿quién acierta entonces en el diagnostico de todos los que he visto?, todos, o al menos todos creen que la solución que aportan al paciente es la mejor explorando su radiografía y situación en boca, solo que algunos doctores se centran en la situación presente de la boca y otros, esos de calculadora, como su propio nombre indica, calculan más allá e intentan que lo que el paciente vaya a invertir en el plano económico le sea rentable no solo a medio plazo, también a largo.
En el caso que estamos viendo lo más habitual es encontrarse con dos y hasta tres tipos de soluciones a la boca, la primera, la extracción de las piezas con movilidad notable o que estén ya sin mucha solución, curetear o raspar las que quedan en boca, y debido a la piorrea agresiva proponer al paciente una prótesis removible acrílica, para que según vaya perdiendo las piezas que le quedan, pueda ir añadiéndolas a la prótesis. Este sería un tratamiento conservador, un tratamiento que lo he visto recomendar cientos y cientos de veces por los que realmente deben hacerlo, los doctores.
Luego estará la solución del doctor calculadora, ese que ha sido capaz en apenas 15-20 minutos de revisión de dicho paciente, de analizar al detalle la boca, su higiene y lo que le puede ir mejor, si ser conservador con esa boca o algo más agresivo pero buscar una solución “definitiva”.
Esta segunda opción o diagnostico suele incluir extraer todas las piezas que el paciente con piorrea tiene en boca, las 12 piezas del ejemplo, para proponer previo TAC para ver la densidad osea, la colocación de implantes en mayor o menor medida, para colocar la prótesis, sea totalmente atornillada y fija a los implantes, o con otras fórmulas mixtas que proporcionan mas sujeción en boca pero sin ser una prótesis fija, es decir, el paciente podría quitársela para limpiarla.
El doctor calculadora es aquel que le hace ver al paciente, que gastarse, por ejemplo, 800 euros en extraer algunas piezas y colocar una prótesis removible a la que ir añadiendo los dientes que vaya perdiendo, igual no termina siendo lo más rentable si al cabo de cuatro años acaba sin dientes y con la idea de colocarse los implantes, en ese caso habrá gastado más dinero que si se hubiese decidido desde un principio por cortar por lo sano.
De todas formas, siempre que un doctor pueda ofrecer dos tipos de soluciones a un paciente, el odontólogo debe explicar al detalle por qué propone cada una de estas, haciendo partícipe al paciente de la decisión final, siempre que existan varios caminos, si la solución al tratamiento, según el doctor, solo es una, aquí el paciente podrá estar o no de acuerdo, pero el profesional es quién marca el camino.
He trabajado con muchos doctores que entienden cada vez mejor la importancia de ser doctor calculadora, de adelantarse en el tiempo dentro de las posibilidades, a lo que un paciente va a sufrir en boca, de forma que el tratamiento a aconsejar, no solo sea pan para hoy, también para mañana.
Con esto no quiero decir que siempre la opinión o diagnostico del doctor calculadora sea más recomendable, pero por mi experiencia y teniendo en cuenta que he podido trabajar con más de 60 doctores, me decantaría en la mayoría de los casos por la opción de la visión global, que por la conservadora, pero lo que está claro es que cada boca es un mundo y que hablamos de salud, por lo que las soluciones serán distintas siempre en diferentes pacientes pese a que tenga un mismo problema.
Con todo lo que estamos contando en este apartado os estaréis dando cuenta que es de vital importancia la información, el doctor de ideas más conservadoras por regla general es poco amigo de hacer partícipe al paciente de la solución de su boca, simplemente se decanta por un diagnostico y le dice al paciente lo que debe hacerse, sin más, el doctor calculadora ha meditado y examinado al detalle las opciones, llegando a la conclusión de cual es la ideal para cada caso, pero dando siempre que sea posible una segunda opción y con el principal argumento de la explicación. Todo lo que un doctor no explique a un paciente antes de empezar cualquier tratamiento, se convertirá en una excusa cuando luego las cosas no salgan bien, por eso siempre es recomendable explicar al detalle a los pacientes los tratamientos, algo de lo que ya hablamos anteriormente.