La imputación de la exministra de Defensa y exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal vuelve a salpicar de nuevo al partido al que perteneció. Su presidente, Pablo Casado, que está llevando a cabo una ofensiva contra el Gobierno para ir deteriorándolo progresivamente hasta que se convoquen unas nuevas elecciones generales, puede verse afectado en las encuestas con este nuevo paso en el caso Kitchen. La "exnúmero dos" de Génova 13, cargo que ocupó 10 de los 14 años en los que Mariano Rajoy presidió el partido, tendrá que declarar en la Audiencia Nacional por su presunta implicación y participación en el espionaje del extesorero popular Luis Bárcenas, planeada en el seno de la Policía Nacional en 2013.
El planteamiento del PP para atacar a La Moncloa pasa ahora a un segundo plano con este nuevo paso judicial. Casado, que ya había comenzando una recogida de firmas en contra de los posibles indultos que el Gobierno estudia conceder a los 12 presos del procés catalán -ya suma más de 10- y con una ofensiva por la crisis migratoria de Ceuta, se ve envuelto ahora en un episodio más de una historia muy tenebrosa, encallada, del partido que dirige. Sin embargo, él ha guardado silencio en todo momento así como los líderes de los grupos parlamentarios populares en el Congreso de los Diputados y del Senado, que se amparaban en la presunción de inocencia de cualquier investigado. Mientras tanto, PSOE y Unidas Podemos recordaban que Casado se hizo con la dirección de Génova con los votos que apoyaron en su momento a María Dolores de Cospedal ya que estos estaban en contra a su vez de la otra candidata, la exvicepresidenta del Ejecutivo Soraya Sáenz de Santamaría.
Fuentes cercanas al presidente del PP aseguran que Casado seguirá con su estrategia de no comentar sobre escándalos de corrupción del pasado de la formación ya que, con su nueva presidencia, "se ha estrenado un partido nuevo". Muestra de ello fue el comportamiento del líder de la oposición este miércoles en Madrid Fusión: estuvo evitando a la prensa durante una hora para no hacer comentarios sobre la imputación de Cospedal.
La exministra estaba citada este miércoles en el Congreso de los Diputados para comparecer en la comisión de investigación sobre el uso de fondos públicos con fines políticos y partidistas en favor de los populares. Sin embargo, Cospedal se enteró por la prensa citada en la Cámara Baja de que se había cancelado su comparecencia ese día después del comportamiento de su esposo y también imputado en la trama, Ignacio López del Hierro, que se negó a declarar ante los diputados por su imputación. Fue el diputado del PSOE Felipe Sicilia quien comunicó al instante de la investigación abierta al marido de la extitular de Defensa.
Habrá que ver qué ocurre con Cospedal. Los informes del caso Kitchen también afectan a Sáenz de Santamaría, mano derecha de Rajoy, una realidad que podría afectar al antecesor de Pedro Sánchez al frente de La Moncloa. ¿Acabará siendo investigado el propio Rajoy? En Génova rezan porque no sea así. Sin embargo, se nota el nerviosismo en la planta séptima de dicha sede, una sede que, según Casado, tiene los días contados por las presuntas corruptelas que implicaron su renovación.