Las espadas están en alto en Cataluña tras las elecciones autonómicas del 14 de febrero. El candidato del PSC y ganador de los comicios, Salvador Illa, insiste en que debe presentarse a la investidura en el Parlament de Cataluña por el apoyo recibido aunque no salgan las cuentas para que el exministro de Sanidad sea investido líder del Govern. Además, ERC cierra la puerta a cualquier apoyo al PSC porque considera "imposible" un acuerdo con Illa. Por ello, los republicanos de izquierdas están acelerando los contactos para bloquear cualquier movimiento del socialista y conseguir que su candidato, Pere Aragonès, se convierta en presidente de Cataluña de pleno derecho con el apoyo del bloque independentista o de las fuerzas progresistas a favor de la independencia.
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Roda de premsa de @salvadorilla després de la reunió de l’executiva del #PSC.#PSC/?? https://t.co/koEpVYy3I0
— Socialistes PSC/? (@socialistes_cat) February 15, 2021
"Debo presentarme a la investidura por convicción, por responsabilidad y por coherencia con los resultados expresados por el pueblo catalán", aseguró el candidato socialista. Illa animó a "abrir un cambio en Cataluña" porque él, en primera persona, asume "la responsabilidad de intentar un gobierno nuevo" al haber "una mayoría progresista". "Cataluña tiene que volver a los problemas reales, poniendo los pies en el suelo y siendo conscientes de que las preocupaciones reales de los ciudadanos no son la independencia o la autodeterminación", sumó. "Buscaré el apoyo de todos los partidos menos de la ultraderecha, también de ERC", anunció.
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Hemos hecho una valoración muy positiva de los resultados de las elecciones.
El PSC ha ganado las elecciones con claridad en votos y en escaños ha empatado con ERC.
?Hemos crecido en las 4 demarcaciones.#PSC/?? pic.twitter.com/aRPB37L5fo
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Sin embargo, Esquerra no está dispuesta a investir a Illa, en la línea del compromiso adquirido la semana pasada en un manifiesto en el que todos los partidos independentistas se comprometían a no formar un gobierno con el PSC. Los de Pere Aragonès quieren un gobierno independentista que se alcance rápido para evitar cualquier movimiento del PSC. El primer reto de los republicanos es retener la presidencia del Parlament de Cataluña, que la anterior legislatura estuvo en manos de Roger Torrent, pero habrá que negociar este puesto de relevancia. Se da por descontado que el PSC no aspirará a presidir la cámara catalana, pero la verdadera negociación estará en si ERC mantiene la presidencia del Parlament o si pasa a manos de JxCAT. Si se alcanza un acuerdo, lo lógico sería que los posconvergentes tengan la presidencia de la cámara.
Para negociar, los republicanos han activado a su equipo habitual formado por la portavoz del partido, Marta Vilalta; el líder del grupo parlamentario republicano en el Parlament, Sergi Sabrià; el presidente del Consejo Nacional de ERC, Josep María Jové; así como Laura Vilagrà. Primero se reunirán con la CUP y luego con JxCAT y En Comú Podem.
Por otro lado, Aragonès querría un gobierno no solo enmarcado en el acuerdo del bloque independentista, sino que pretende liderar un ejecutivo "de mano ancha" que alcance acuerdos transversales con la mayoría de la cámara. En este intento de negociación también entraría el PSC, aunque lo que es cierto es que ERC seguirá apostando por la independencia junto a los de Laura Borràs. El resultado que han obtenido les refuerza en su pretensión de resolver el conflicto polític oen Cataluña, y desde Moncloa dan por descontado que se retomará la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat cuando se forme un gobierno catalán.