Las elecciones están convocadas para que los ciudadanos participen. Desde COLUMNA CERO defendemos la libertad de cada ciudadano para hacer lo que crea mejor y más conveniente para la estabilidad política y el bienestar social, pero creo conveniente que todo aquel catalán que pueda, participe en los comicios catalanes del 14 de febrero. Este domingo no solo está en juego qué gobierno podrá salir adelante, sino las políticas a aplicar de cara al futuro. Ante un Parlament de Cataluña muy enfrentado y dividido, que parece que es lo que se formará con los resultados de las urnas, los ciudadanos necesitan estabilidad y consenso.
El bloque constitucionalista tendrá muy difícil volver a formar gobierno. Ojalá me equivoque, pero la suma del PSC, Ciudadanos, PP, Podemos y Vox no sería suficiente para que Salvador Illa fuera presidente de Cataluña. Además, ninguno de ellos quiere formar una gran coalición: Illa ha asegurado que no será presidente con los votos de Vox y que el único gobierno que quiere formar es con los comunes. Alejandro Fernández recela de ser muleta de Illa para que forme gobierno, y Ciudadanos ha asegurado que no pondrá ningún cordón sanitario a un candidato constitucionalista, aunque Carlos Carrizosa lo diga con la boca pequeña.
El bloque independentista, según los sondeos, es el que podría tener más probabilidades de volver a reeditar la formación de un gobierno de corte secesionista. Pere Aragonès y Laura Borràs no son dos personas que coincidan en muchas cosas, pero saben que sus futuros están ligados estrechamente si quieren relanzar la independencia y presionar para alcanzar una solución al conflicto catalán. Aragonès, hombre de confianza de Junqueras; y Borràs, la mano derecha de Puigdemont, podrían formar un gobierno similar al que constituyeron sus antecesores, aunque ERC apueste cada vez más por una independencia desoxigenada y bastante menos reivindicativa de la que exigía Junqueras.
Otra alternativa es aquella que intente el exministro de Sanidad para formar un gobierno con los comunes y con el apoyo externo de ERC, simulando a la política a nivel nacional. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, mantienen el gobierno de coalición en el Palacio de La Moncloa y tienen el apoyo externo de ERC en votaciones importantes. Los republicanos han pedido acuerdos transversales para hacer frente a las consecuencias de la pandemia del Covid-19, pero no es seguro que esos acuerdos pasaran también por abandonar el Palau de la Generalitat.
Parece que todos los candidatos están muy enrocados en sus posturas. Un encabezonamiento, un orgullo, que lo único que puede hacer es perjudicar a la ciudadanía. Lo que necesita Cataluña es un gobierno que mire al futuro, que se centre en la pandemia y que intente solventar los problemas de los catalanes, muchos y muy graves consecuencia de la pandemia. Solo así la Generalitat podrá presumir de ser una de las comunidades autónomas más prósperas económica, cultural y socialmente de España. Sea quien sea el presidente y su gabinete, ese debería ser el único objetivo en estos momentos.