El PP quiere recuperar ciertas banderas que, en los últimos años, otros partidos le han arrebatado. El castellano, la lucha antiterrorista o la economía fueron premisas que José María Aznar o Mariano Rajoy usaron para ganar las elecciones generales y llegar al Palacio de La Moncloa. En un contexto de crisis sanitaria y económica, Pablo Casado quiere recuperar este discurso para situar a la economía en el centro de la política ante noticias, sinceramente, preocupantes (el hundimiento del PIB en 2020 o el aumento del paro a raíz de la crisis económica).
No obstante, desde Génova 13 aseguran que no todo el discurso del presidente conservador se debe centrar en medidas económicas porque los españoles "piden algo más" ante un parlamento muy dividido y polarizado. Por ello, desde la bancada del PP usarán otros temas para intentar recabar votos perdidos en comicios pasados, y un discurso que mueve masas es el del terrorismo. En un momento en el que parece que los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE) parece contar con el visto bueno de EH-Bildu, el PP cebará la idea de que el Gobierno prefiere pactar con terroristas y "batasunos" que con fuerzas políticas de gestión y de Estado, algo que podría servirle para recuperar electores o, por el contrario, le podría ir en contra ante el aparente rechazo que podría surgir por usar a las víctimas del terrorismo como piedra de lanza contra el Ejecutivo.
Por ello, la estrategia para intentar eliminar a Ciudadanos del tablero político es la siguiente: desde voces ajenas a la cúpula popular, se irá transmitiendo el mensaje de que Inés Arrimadas continúa al lado de La Moncloa aunque Pedro Sánchez pacte con Bildu -algo que no gusta ni a algunos sectores del PSOE- para, así, debilitar la figura de la líder liberal.
Además, Casado quiere lanzarse a por Cataluña. Uno de los objetivos del líder de la oposición es restablecer el papel que su partido tuvo en las instituciones catalanas, intentando aglutinar a un electorado amplio y diverso que le permita tener una fuerza relevante en el Parlament para recuperar la fuerza que tuvo en el pasado. Fuentes cercanas a la dirección nacional pretenden restaurar la "igualdad entre españoles" para que todos se sientan "españoles", miembros de "una gran nación".
De esta manera, también se neutralizaría el discurso duro de Vox que, desde que llegara al Congreso de los Diputados hace un año, ha arremetido contra el independentismo catalán y los partidos que parecen impasibles ante la brecha social de la sociedad catalana. Entre ellos, el PP.