El presidente del PP, Pablo Casado, se sumó a las fuerzas políticas que, si bien aseguran que es necesario prorrogar el estado de alarma, consideran excesivo que este se alargue hasta el 9 de mayo, como el plan que tiene el Gobierno para solicitar la prórroga esta semana en el Congreso. El líder de la oposición se abrió a negociar una prórroga más corta, de ocho semanas, que hiciera decaer el estado de alarma antes de Navidad. Además, instó a reformar de forma urgente la ley 3/86, de medidas especiales en materia de salud pública, con el único objetivo de dar instrumentos legales a las comunidades que les permita luchar contra la segunda ola del coronavirus sin la necesidad de recurrir al estado de alarma. Es una oferta generosa, duplicando ya lo que para nosotros debería ser un límite básico, que es la jurisprudencia que tenemos hasta ahora, y razonable para lo que pide la UE”, aseguró.
?? @pablocasado_ en el XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar
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— Partido Popular (@populares) October 26, 2020
El presidente del PP lamentó que la propuesta de Sánchez es “la constatación de un gran fracaso”, después de que en julio anunciara que se había derrotado al virus, se fuera de vacaciones y responsabilizara a las comunidades autónomas de la gestión. “O no se dijo la verdad entonces o había una agenda oculta”, afirmó. Además, recordó que la responsabilidad en periodo de pandemias es del Gobierno y no resulta adecuado que se “parapete” en las CCAA. “Eso no es gobernanza”, señaló el presidente del PP, quien pone como ejemplo la labor de coordinación de Merkel y asegura que no puede haber “17 mandos sanitarios y 17 respuestas distintas”. Incluso pidió que no se aabause del estado de alarma porque es una “excepcionalidad constitucional”, que tiene que estar “tasada” en tiempo y alcance, y sujeto a un control parlamentario que no se puede sustituir por la comparecencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa.
El líder de la oposición recordó que la reforma de la ley 3/86 contó con el respaldo público de la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, que reconoció que había que llevarla a cabo. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, registró esta reforma en el Senado, e incluso el propio Sánchez apostó por hacerle en la aprobación de la sexta prórroga.
Por último, afirmó que las previsiones económicas del Gobierno con la caída del PIB y el alza del déficit “son dantescas” y advierte de que estamos en parámetros que equivalen a todo el plan de reconstrucción europeo que recibirá España en los próximos seis años. Casado también puso el foco en las asimetrías entre los países europeos que sitúan a España como un país “rezagado” y que peor saldrá de la crisis sanitaria, como advierten el FMI, la OCDE o Eurostat. Esto podría afectar a la capacidad de absorción de los fondos y de financiarnos en el Banco Europeo, denunció el presidente popular.
Casado se mostró preocupado por que, a la crisis de demanda, se sume una crisis financiera cuando la morosidad y posibles impagos afecten a la economía productiva en España. Además, el presidente del PP pidió que se rebaje el IVA de las mascarillas y se incremente el control de la enfermedad en aeropuertos y grandes estaciones de ferrocarril.