Santiago Abascal ha salido vapuleado de la moción de censura con la que pretendía erigirse en líder de la oposición. Sin embargo, el Partido Popular ha pasado de víctima a protagonista. Durante la segunda jornada del debate en el Congreso, Pablo Casado ha roto claramente con VOX: "Es parte del bloque de Sánchez porque garantiza su victoria", ha llegado a afirmar el líder conservador. En uno de los discursos más celebrados, el presidente del PP acusó a Abascal de hacer "puro populismo" y calificó la moción de "pérdida de tiempo". La iniciativa ha fracasado con solo 52 votos a favor, los del grupo ultra, y 298 en contra, los del resto del Hemiciclo.
En su intervención, otra de las más aplaudidas, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ignoró a VOX y se dirigió a Pablo Casado. Con tono sosegado, mostró su "enorme respeto intelectual" hacia el presidente del PP. "Ha hecho usted un discurso político brillante, pero creo que es tan consciente como yo de que llega tarde", lamentó. El también secretario general de Podemos reprochó tanto a Casado como a Inés Arrimadas (Ciudadanos) ser "la puerta de entrada a la ultraderecha" por sus pactos en diferentes gobiernos regionales y les recordó que "en Europa eso no gusta". "Dieron oxígeno al monstruo, y ahora el monstruo les está devorando", sentenció Iglesias.
Antes de la votación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió la palabra e hizo, contra todo pronóstico, una propuesta a los 'populares'. La alocución del jefe de los socialistas ha sido alabada por su habilidad para introducir en el debate los problemas que verdaderamente importan a los españoles, de los que Abascal se olvidó, centrándose en el insulto y las provocaciones. La iniciativa para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha sido paralizada por el Ejecutivo para llegar a un acuerdo con el PP. Ese fue el anuncio sorpresa de Sánchez. "En beneficio de nuestra Constitución y nuestra democracia, vamos a detener el reloj de la reforma del CGPJ a la espera de que ustedes se sienten y se avengan a desbloquear la renovación de los jueces", afirmó.
En la jornada del miércoles, Gabriel Rufián protagonizó otra de las intervenciones más sobresalientes. El diputado de ERC pidió al Gobierno que haga frente a la ultraderecha adoptando medidas "con el BOE", y no solo desde el atril de la Cámara Baja. El líder independentista catalán celebró con ironía y acidez la iniciativa de VOX: "Es una buena noticia, porque ustedes antes las mociones de censura las hacían con tricornios y pistolas", dijo a la bancada ultra. Después de once horas de debate, remachó que "en España manda y gobierna la izquierda" y envió a los dirigentes del partido de extrema derecha a "llorar a Mingorrubio", el lugar donde está enterrado el dictador Francisco Franco desde que sus restos fueron exhumados del Valle de los Caídos hace un año.