Hoy la sesión de control al Gobierno en el Senado ha estado tranquilita, como de costumbre. El PP ha reprochado al Gobierno su alternativa para renovar el Poder Judicial: “Se han convertido en los caníbales de nuestra democracia y usted [ministro Campo], como ideólogo, en el Terminator de la justicia”, le ha espetado el senador Francisco Bernabé al ministro. Pero en un buen palacio de la oratoria no deben quedarse ahí las metáforas, siempre hay que ir a más: “No tienen vergüenza. Han usado una treta para que el Ejecutivo pueda controlar al Judicial, al más puro estilo de los tahúres del Misisipi, para que usted lo entienda”. El ministro ha lamentado el tono del comentario y les ha recordado que el bloqueo viene del PP: “Cierren las puertas y no dejen que el virus del frentismo entre en sus sedes. Moderen su vocabulario y sus ideas”.
Vox ha ido a más, como siempre. En las últimas sesiones ha ido aclimatando el ambiente para la moción de censura de mañana y la diana suele ser el vicepresidente Iglesias. Pero hoy, el senador Marín Gascón ha moderado el tono en un intento de calmar los ánimos: “Se ha convertido [Iglesias] en un matón de barrio. Es un mentiroso y un embaucador. ¡Hay que ver, lo único que hace falta es un poco de pasta!”. El vicepresidente ha recopilado todos los insultos proferidos y ha concluido el recital: “Si piensa que este Gobierno va a entrar en la inmundicia en la que pretenden convertir las instituciones, se equivoca. No vamos a consentir que traigan una dictadura a nuestra patria”.
Caso Dina
El PP ha ido manteniendo la misma línea de ataque al Gobierno por el caso Dina en las últimas sesiones de control. En la de esta tarde, la senadora Adela Pedrosa ha metido más presión al hervidero dialéctico en el que se han convertido las Cámaras. Ha optado por hacer sangre con una alusión personal: “¿Siente vergüenza por compartir su vida con un machista? ¿Es una sumisa de un macho alfa?”, le ha soltado a Montero. La ministra ha aprovechado para atajar el golpe: “Yo me meto en la cama con quien me da la gana”.
La senadora María Salom ha colado el caso Dina en una pregunta sobre la Agenda 2030 y ha reprochado a Iglesias sus incoherencias: “Es un machista. Si no estuviera aforado, estaría imputado. Se ha convertido en lo que criticaba. ¿Sí o no a los aforamientos? Están invadiendo todo el poder del Estado para beneficiarse y están empobreciendo España con el beneplácito de Sánchez”. Iglesias estaba hoy sarcástico: “Nos han acusado de tener cuentas en paraísos fiscales, de financiación irregular, de destrozar a martillazos dispositivos electrónicos y de machismo. Ustedes de lo que me están acusando es de ser un dirigente del PP”.
La portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán, ha insistido en el “silencio” de Montero: ¿Qué le parece el paternalismo que se gasta Iglesias? ¿O es que las jóvenes están desvalidas y necesitan la protección de un macho alfa? Le pido que condene esas actitudes machistas y retrógradas o siga callada como hasta ahora”. La ministra le ha reprochado sus alianzas con Vox y le ha pedido que confíen en el Gobierno.
La sesión de hoy ha sido la antesala de la moción de censura, que se empezará a debatir mañana. Es la quinta desde 1978. El candidato será Abascal, pero la defenderá Ignacio Garriga, el candidato de Vox a las elecciones catalanas. El PP aún no ha aclarado si se abstendrá o votará que no, pero Casado ya minimizó ayer el alcance de la moción: “Está condenada al fracaso”. Desde el Gobierno, saldrán a defenderse Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, aunque Podemos ha abierto la puerta a que sean solo mujeres las que suban a la tribuna. El portavoz de la formación, Pablo Echenique, ha justificado la necesidad de rebatir a Vox: “A la extrema derecha hay que hacerle frente”.