La sede nacional del PP, en la calle Génova 13 de Madrid, ha sido este fin de semana un hervidero de llamadas, silencios incómodos y mucho análisis. En la planta séptima, el presidente del PP y sus más estrechos colaboradores han estado hablando y suponiendo los diferentes escenarios a tener en cuenta ante la moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se debatirá el próximo miércoles y jueves en el Congreso de los Diputados. Aunque no tiene ninguna posibilidad de salir adelante, las consecuencias políticas que podrá tener en el espectro de centro-derecha son más importantes de lo que parece.
Lo único claro que tiene el PP es que no apoyará la moción. Fuentes cercanas al líder de la oposición asegura que no tomará una decisión hasta minutos antes de la propia votación, que se espera se produzca a mediodía del jueves. No obstante, hay un profundo debate entre la abstención y el "no" que ha reabierto la frecuente brecha entre el ala más conservadora y la más centrista del PP, lideradas por Cayetana Álvarez de Toledo y José María Aznar, respectivamente.
El propio Casado descartó apoyar el "sí" desde que Vox anunciara que, antes de finalizar el año, presentaría una moción contra Sánchez. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, publicó un tweet en nombre de todo el partido en el que descartaba respaldar a Abascal porque lo único que se conseguiría sería "reforzar al PSOE". Es curioso: ante el fracaso del no acuerdo entre el centro-derecha, el gobierno de coalición verá su apoyo parlamentario respaldado al no poder orquestarse una geometría parlamentaria alternativa al Ejecutivo en un momento importante para los de Sánchez e Iglesias, con el debate de los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE) de fondo. Si se llegaran a aprobar las cuentas, algo que se da por descontado, el Gobierno tendría cierta estabilidad en la legislatura y se garantizaría, como mínimo, dos años más en Moncloa.
La estrategia de Casado
El plan del líder de la oposición es retratar la gestión del Gobierno que ha derivado en esta moción. Es decir: Casado evitará los ataques a Vox para ensalzar a su propio partido como líder de la oposición y referente de la derecha en España mientras que arrinconará a Vox. No obstante, defenderá una máxima en laa tribuna de oradores: al Gobierno se le derrota en las urnas, no en una moción de censura, y menos en una situación como esta.