El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá al papa Francisco el próximo sábado 24 de octubre en el Palacio Apostólico Vaticano, según adelantó eldiario.es y han confirmado fuentes gubernamentales a Columna Cero. Este será el primer encuentro entre los dos mandatarios en un momento particular para la Iglesia en España, con muchos temas en la agenda de la legislatura del gobierno de coalición.
"El Pontífice y el presidente repasarán la situación internacional y los problemas provocados por la pandemia de la Covid-19, que requieren de acción coordinada y respuestas multilaterales. También abordarán asuntos bilaterales de interés mutuo", aseguraron desde la Secretaría de Estado de Comunicación. El próximo martes 20 de octubre, se celebrará en Roma la XVVII edición del foro de Diálogo Italia-España, en cuya clausura participará el presidente del Gobierno de España y el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte.
Después del Consejo de Ministros, el líder del Ejecutivo volará hasta la capital italiana. A mediodía, Conte y Sánchez mantendrán una reunión bilateral en el Palazzo Chigi, sede gubernamental de Italia. La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, mantendrá un encuentro con el secretario para las relaciones con los estados, Paul Richard Gallagher. Sin embargo, con motivo de la apretada agenda del Papa, no será hasta el sábado cuando Francisco I reciba a Sánchez.
La reunión de Sánchez con el Papa será la primera en tres años, cuando Rajoy acudió el 24 de marzo de 2017 a una audiencia con el Pontífice a la que se sumaron todos los líderes de gobierno o estado europeos. Previamente, el 15 de abril de 2013, el Papa recibió a Rajoy.
Esta reunión responde a una estrategia de acercamiento del Gobierno a Roma, una tendencia que es progresiva desde hace meses con varias reuniones discretas entre el Ejecutivo y la Santa Sede. Las relaciones entre Moncloa y el Vaticano han sido intensas también estos meses a causa de la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos hace ya casi un año. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, se reunió con la Iglesia para explicar las razones que motivaban al Gobierno a trasladar el féretro del Generalísimo a un sitio privado para garantizarse el apoyo de la cúpula eclesiástica. Desde este momento, el contacto ha sido continuo.
El Ejecutivo tiene encima de la mesa varios asuntos que podrían provocar cierta fricción con la Iglesia. Aparte de la posible aprobación de la ley de eutanasia, la ministra de Igualdad, Irene Montero, anunció hace dos semanas que se reformará la ley del aborto para suprimir la reforma del PP que estableció la obligatoriedad del consentimiento paternal para jóvenes de entre 16 y 18 años si quieren interrumpir su embarazo.