El PP estrenará a partir del próximo mes un nuevo traje: el de la moderación centrado en la gestión. Pablo Casado está centrado en renovar la Junta Directiva Nacional, en parte, para mostrar un perfil de partido de Estado que hace oposición al Ejecutivo pero que, a su vez, puede alcanzar grandes acuerdos que ayuden al conjunto de los españoles. El cese de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP en el Congreso de los Diputados marca un antes y un después en el propio planteamiento del PP a nivel nacional y en el grupo parlamentario de la Cámara Baja.
El nombramiento de Cuca Gamarra, con un perfil mucho más moderado y afín a la línea oficial del partido, de Casado y del secretario general, Teodoro García Egea -al que muchos apuntan como "ejecutor" de Álvarez de Toledo- plantea un nuevo horizonte para el principal partido de la oposición. Por ello, desde Génova 13 apuntan a que pactarían con el PSOE la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pero cierran la puerta a apoyar los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE), los denominados "de la reconstrucción" y que serían los primeros socialistas desde que Sánchez se hiciera con la Presidencia del Gobierno.
Los tres perfiles que asumirán a partir del jueves nuevos cargos de responsabilidad son muy moderados. La exalcaldesa de Logroño Cuca Gamarra será propuesta como nueva portavoz del PP en el Congreso. La vicepresidenta segunda de la Cámara Baja, Ana Pastor, sustituirá a Gamarra como vicesecretaria de Política Social, mientras que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se convertirá en el nuevo portavoz nacional del PP.
Casado cree que la renovación del CGPJ se puede materializar en las primeras semanas de septiembre o, a mucho tardar, a principios de octubre. El líder del PP ha instado desde que alcanzara la presidencia del partido, en julio de 2018, a renovar los órganos judiciales. Por lo tanto, la desaparición de De Toledo de la portavocía del Grupo Parlamentario facilita las negociaciones de los dos partidos en la cámara en la que, posoteriormente, se tendrá que votar la renovación de todos los puestos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere establecer nuevas alianzas parlamentarias que resten importancia y presencia al independentismo catalán, en especial a ERC. A la aparente predisposición del PP de, al menos, tender un mínimo puente de diálogo se suma la más que cercana comunicación entre La Moncloa y Ciudadanos. Ni Sánchez ni ninguno de los miembros del partido naranja ocultan la buena sintonía estrenada entre ambos desde el giro al centro que supuso que Inés Arrimadas se hiciera con la presidenta de la formación.