El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, finaliza este martes sus vacaciones en la residencia oficial de La Mareta, en la isla canaria de Lanzarote, que han tenido algún que otro acto y que le habrán servido para plantear el nuevo curso político. En estos días de relativo descanso, el secretario general del PSOE habrá estudiado la geometría variable del Congreso de cara a septiembre, con diferentes partidos cuyos planteamientos políticos respecto al gobierno progresista de coalición han variado tras diferentes posicionamientos del propio presidente en las últimas semanas.
Por un lado, está el cierre de filas del Gobierno, al menos la parte socialista, en torno a la figura de Felipe VI y las presuntas cuentas fraudulentas de Don Juan Carlos en diversos paraísos fiscales. Tanto el propio Sánchez como la vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo, han reiterado el papel "ejemplar" del monarca y le separan de las actuaciones del que fuera jefe de Estado entre 1978 y 2014. "El PSOE se siente plenamente comprometido con el pacto constitucional en todos sus términos y extremos. La Constitución no fue una cesión ni una concesión. El peor error que podemos cometer es regalar a los conservadores la exclusividad del legado constitucional. La Constitución fue una conquista alcanzada con la lucha y el sufrimiento de los demócratas antifascistas. Como partido fuimos arquitectos de una Constitución que propició una de las 20 mejores democracias del mundo y dejó atrás una dictadura cruel e indigna con su rastro de infamia y dolor que nos seguiremos empeñando en reparar. Nuestra Constitución ampara derechos sociales amplios que invocamos y que queremos extender y hacer efectivos. Y reconoce y ampara la pluralidad territorial de las nacionalidades y regiones que componen España. La monarquía parlamentaria es un elemento de ese pacto, no todo el pacto. Todo el pacto es la Constitución y no se puede trocear y seleccionar a capricho. Somos leales a la Constitución; a toda, de principio a fin. Y la defenderemos a las duras y a las maduras", reza una carta que Sánchez mandó a la militancia.
Esta postura ha hecho aflorar los recelos, primero, de la parte morada del Ejecutivo -el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, calificó la salida de España del rey emérito de "huida"- y de los socios independentistas de investidura. ERC arremetió sin control contra la Casa Real en su conjunto y la relacionó con la corrupción y EH-Bildu pidió un referéndum sobre el modelo y la Jefatura del Estado.
Este alejamiento de aquellos que le permitieron ser presidente provoca que el propio Sánchez se esté "dejando mimar" por Ciudadanos y, a su vez, genera más controversia aún entre los independentistas catalanes y vascos. El horizonte político más inmediaato en Espaaña es la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE), los denominados "de la reconstrucción", por lo que el Eejcutivo lleva dos reuniones con los naraanjas para plantear vías de diálogo que faciliten su negociación. Sin embargo, el aapoyo de lo sde Inés Arrimadas no sería suficiente y ahbría que buscar el respald de partidos minoritarios como Más País, el PRC o Teruel Existe.