El Vaticano ha sugerido a las diócesis de todo el mundo que algunas de las procesiones de Semana Santa, que este año no se celebrará en las calles debido a la pandemia del coronavirus, se trasladen a septiembre. En concreto, propone los días 14 y 15 de ese mes para llevar a cabo estas "expresiones de piedad popular".
La decisión final estará en manos de obispos y arzobispos. En cualquier caso, la propuesta lanzada por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ni es de obligado cumplimiento ni significa que todas las hermandades y cofradías que desfilan durante la Semana de Pasión vayan a procesionar en esos dos días, que caen en lunes y martes, respectivamente.
El prefecto de la Congregación, el cardenal Robert Sarah, explica en la nota que ciertas "expresiones de piedad popular y procesiones que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual, a juicio del obispo diocesano, podrán ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo el 14 y 15 de septiembre". Por tanto, determinadas cofradías que no desfilarán en abril podrían salir a la calle en esas fechas, siempre que así lo disponga el Obispado o Arzobispado de cada diócesis o archidiócesis.
En cuanto a la liturgia, también se establecen indicaciones para "este difícil tiempo en el que estamos viviendo" a causa de la crisis de la Covid-19. Sólo la misa crismal del Martes Santo, en la que se bendicen los óleos que se utilizarán para los sacramentos durante el año, puede ser pospuesta.
Las misas del llamado Triduo Pascual se harán sin gente, aunque se "avisará a los fieles de su comienzo para que puedan unirse en oración desde sus propias casas". El Jueves Santo, se omitirá la ceremonia del lavado de pies. Mientras, todavía no se sabe qué ocurrirá con el Vía Crucis del Viernes Santo que tradicionalmente se lleva a cabo en el Coliseo de Roma. Tampoco se conoce si el Papa impartirá la bendición Urbi et Orbi el Domingo de Resurreción.