Felipe VI ha sido víctima de la cáustica sátira política de la televisión de Israel. Con motivo de su reciente visita a Jerusalén para participar junto a otros 40 mandatarios internacionales en el V Foro Mundial del Holocausto, el popular programa de la cadena privada Canal 12 'Eretz Nehederet' ('Un país maravilloso') ha parodiado al Rey de España.
Fue la noche del pasado miércoles cuando un actor del formato -muy parecido a los espacios humorísticos 'Polònia' (TV3) y 'Vaya semanita' (ETB)– apareció caracterizado de Don Felipe, presentádose ante la audiencia como el "rey de Sefarad". Ese día, la emisión estaba dedicada al mencionado Foro sobre el Holocausto.
El falso Felipe VI iba ataviado con el uniforme de gala de capitán general del Ejército, que presentaba enormes hombreras y multitud de condecoraciones. Parecía Sacha Baron-Cohen en la película "El dictador".
El monarca entró en el plató al compás del himno nacional de Pemán y acompañado por el personaje de la ministra israelí de Cultura, la polémica ultraconsevadora Miri Regev. Ambos pasaron ante el primer ministro del país, Benjamín Netanyahu, su esposa, Sara, y su hijo Yair, que en 'Eretz Nehederet' encarnan a una especie de Familia Real hebrea.
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A continuación, el supuesto "rey de Sefarad" dice en castellano: "Buenas noches". La ministra traduce sus palabras como "quiere nachos" y los Netanyahu niegan con la cabeza a modo de desaprobación. Luego, siguen los errores de traducción. Miri Regev proviene de familia judía sefardí y suele decir que de pequeña hablaba español.
"Nunca, nunca olvidaremos el recuerdo del Holocausto", declara Felipe VI. "Nunca, ¿qué pasó?", le inquiere Regev, que después confunde un "gracias" del Rey con que éste quiere "grass (marihuana)". Incluso le avisa de que en Israel esa hierba está prohibida.
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Más tarde, cuando la primera dama, Sara, saluda al monarca, aprovecha para robarle algunas medallas. Cabe recordar que la mujer de Netanyahu fue condenada el año pasado por uso indebido de fondos públicos.
Además del Rey de España aparecieron en ese mismo capítulo otros líderes extranjeros como el presidente ruso, Vladímir Putin, exegeradamente autoritario, o Carlos de Inglaterra.