La Administración estadounidense ha presionado para que España y la UE reconozcan a Guaidó y rompan cualquier canal de diálogo con Nicolás Maduro.“Tenemos mucha presión, no les voy a decir de quién, pero se lo pueden imaginar, para que votemos en contra de la creación de este grupo”, admitió el ministro de Exteriores, Josep Borrell, en el Congreso.
El pasado día 22, el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, visitó Washington, y se reunió con la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Kimberly Breier, y con responsables del Consejo de Seguridad Nacional para hablar sobre la situación de Venezuela.
Nicolás Maduro había iniciado su segundo mandato en base a unas elecciones cuya limpieza niega la UE. Los interlocutores del diplomático español le anunciaron que se avecinaban “acontecimientos importantes” en Venezuela, pero evitaron los detalles.
El día 23, una llamada de la Embajada estadounidense en Madrid, indicó lo siguiente: “Es probable de Guaidó se proclame presidente hoy y nosotros lo vamos a reconocer”. Ese mismo día en The Wall Street Journal publicó un artículo donde, el vicepresidente Mike Pence dio su apoyo a Guaidó.